Latinoamérica recibe dos tercios de la ayuda mundial del FMI por la pandemia
La región cuenta con 17 millones más de pobres y no recuperará la anterior renta per cápita hasta 2025, más tarde que el resto del mundo
Empleadas de un hospital de Ciudad Juárez, en México
Como la región del planeta más afectada por el coronavirus , Latinoamérica ha concentrado más de dos tercios del apoyo de liquidez de emergencia que a escala mundial ha prestado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hasta la hecha, esta institución ha comprometido la ... ayuda de 66.000 millones de dólares, incluidas líneas de crédito contingente, para 21 países de Latinoamérica y el Caribe. Ese programa busca hacer frente a la actual crisis, que por ahora ha hecho aumentar la pobreza en la región en 17 millones de personas, en medio de una emergencia sanitaria con 18 millones de contagiados y más de medio millón de muertes.
En la línea de ligera mejora de sus estimaciones económicas para el mundo en 2020 y 2021, el FMI también ha revisado al alza sus cifras para Latinoamérica, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) en cualquier caso habría sufrido un retroceso el año pasado de un 7,4% (las anteriores previsiones del FMI habían hablado de una caída del 8,1%). Para 2021, el crecimiento de la economía regional sería del 4,1% (por encima del 3,6% inicialmente previsto).
Así consta en los datos sobre el Hemisferio Occidental publicados esta semana por el FMI, que además confirman que el PIB latinoamericano no recuperará los niveles previos a la crisis hasta finales de 2023, mientras que el PIB per cápita no volverá a los ingresos anteriores a la pandemia hasta 2025, más tarde que otras regiones del mundo.
Las disfunciones políticas pueden complicarlo todo
La crisis pandémica ha puesto de relieve las deficiencias de unas sociedades que, a pesar de los mayores ingresos públicos recibidos en las dos primeras décadas del siglo, siguen requiriendo un gran esfuerzo en salud, en formalización de la economía y en educación, como ha destacado Alejandro Werner, director del departamento para el Hemisferio Occidental del FMI. Según Werner, esos retos puestos de manifiesto reclaman un importante consenso político . «Se va a requerir un acuerdo social considerable que cubra no solo la parte de reformas estructurales para hacer la economía más competitiva, sino también para fortalecer el rol del estado en aquellas áreas que esta pandemia nos dejó muy claro que básicamente América Latina tiene fallas importantes», declaró.
Sin embargo, los vaivenes de los ciclos de poder en muchos países de la región, con fragmentación de los liderazgos y de los partidos políticos, la extensión del populismo y la mayor confrontación ideológica en las instituciones, en ocasiones con asomo de revanchismo, hacen prever una gran dificultad en la toma de decisiones ambiciosas y consensuadas.
Bien Chile hasta ahora, mal México de momento
Chile es uno de los países donde la fragmentación y la confrontación políticas que se están viendo pueden arruinar una tradición de gobiernos fuertes y con políticas generalmente aceptadas por la población . Las últimas jornadas de protestas callejeras parecen indicar que el proceso constituyente que están abordando los chilenos no es garantía de una reformulación ordenada y exitosa del marco sociopolítico.
De momento Chile ha logrado capear relativamente bien la crisis, siendo el país latinoamericano que más ha visto mejorar sus perspectivas económicas para 2021 (su PIB habrá caído un 6,3% en 2020 y subirá un 5,8% en 2021). Como razones de esto, Werner apuntó tres: Chile partía en 2019 de una situación de crecimiento muy disminuido por los efectos de las tensiones sociales y los disturbios que hubo a finales de ese año; la retirada de los fondos de pensiones ha tenido un impacto favorable en el consumo y la demanda, aunque eso debilita el sistema de pensiones, y el buen comportamiento del precio de los metales, claves en la exportación chilena.
Un cuarto aspecto, el paquete de ayudas aprobado por el Gobierno, es justamente lo que más ha fallado en el caso mexicano. Como indicó Werner, México es el país con el esfuerzo de apoyo de emergencia a las familias y a las empresas más bajo entre las principales economías del mundo reunidas en el G-20 y uno de los que menos fondos dedicó a ese fin entre los gobiernos latinoamericanos. Lo que ayudará algo a la economía mexicana (con una caída del 8,5% en 2020 y una subida del 4,3% en 2021) será la influencia de una recuperación especialmente dinámica en Estados Unidos.