Kevin Kühnert, el «despiadado» líder en la sombra del socialismo alemán

«Sospecho que todos tendremos que distanciarnos de nuestros puntos de vista para llegar a un acuerdo», resumió desde el pragmatismo la dificultad de la negociación. Preguntado por sus reparos a gobernar junto al líder liberal, Christian Lindner , al que recientemente denominó 'Luftikus', que podría traducirse como alguien fuera de control y poco fiable, respondía: «Bueno, llevamos años gobernando con la CDU y solo pensar en un gobierno sin Andy Scheuer o Julita (Klöckner) ya me alivia». Este lenguaje irreverente, agresivo y ajeno a la corrección es su sello distintivo.

Kevin nació en Berlín en 1989, el año de la caída del Muro. Hijo de funcionarios, milita desde el colegio y ha tonteado con diversos estudios de políticas, sociología, periodismo y comunicación en varias universidades. Habló por primera vez sobre su homosexualidad en una entrevista con 'Siegessäule.de' en marzo de 2018, convirtiéndose así en heredero del rédito electoral del tan querido alcalde de la capital alemana, Klaus Wowereit . Y no quiso ser presidente del SPD ni candidato porque cuando se tomó la decisión esperaban perder las elecciones, pero en una votación digital en la que los jóvenes votaron mucho más en proporción que los veteranos, lanzó a su guardia pretoriana al apoyo de la actual directiva.

Si él dice que habrá coalición semáforo, nadie osa ponerlo en duda en la Casa Willy Brandt. El editor del liberal 'Die Zeit', Giovanni di Lorenzo, lo llama el « presidente no secreto del SPD ». Ulf Poschardt, redactor jefe de 'Die Welt', lo compara con el potencial de Sebastian Kurz y considera que su influencia en la negociación será decisiva. La jefa de la Comisión de Valores Básicos del SPD , Gesine Schwan, reconoce que Kühnert es «despiadado» en la búsqueda de sus propios intereses y que ahora le conviene la formación de gobierno.

En la política alemana ha llegado la hora de los cachorros . También la CDU, consciente de la importancia de esa batalla, está tirando de los suyos. El presidente de Baviera, Markus Söder, abrazó este fin de semana al jefe de la 'Junge Union', Tilman Kuban, diciéndole: «Para mí, hoy, eres más o menos el presidente de la CDU». Söder, consciente de la explosividad de sus palabras, subrayó: «A todos los medios, esto no es una broma». Tilman está lejos de tener en la CDU el mismo predicamento que Kühnert en el SPD , pero los senior dan pasos atrás para favorecer esa renovación. Dos ministros de confianza de Merkel, el de Economía Peter Altmeier y la de Defensa Annegret Kramp-Karrenbauer, renunciaron ayer a su acta de diputado para que corra la lista.