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Ted Kennedy: El último de la dinastía

Tenaz y contradictorio, el senador Ted Kennedy fue un hombre nacido por y para la política en el seno de un clan familiar indisociable

Ted Kennedy: El último de la dinastía

Los antiguos, que conocían la vida mejor que nosotros, posiblemente porque no les separaba de ella todos los artilugios tecnológicos que nosotros le hemos echado encima, decían que los héroes tenían que morir jóvenes. La razón era tan sencilla como humana: de haberse hecho viejos, ... hubieran acumulado suficientes errores y villanías para no merecer tal título. Edward Kennedy llegó a los 77 años, más del doble que su hermano mayor, Joe, y casi tanto como los dos que le seguían, Jack y Bob. Cuando se comparan sus últimas imágenes, grueso y torpón, con las de sus hermanos, se da uno cuenta de que el tiempo no perdona, y que si Joe, caído en la Segunda Guerra Mundial, Jack, asesinado durante su primer mandato presidencial y Bob, asesinado también durante su campaña por la presidencia, han quedado para siempre en la memoria e imaginación de los pueblos como símbolos de la juventud, la audacia y la apostura, Ted ha tenido que contentarse con acabar su carrera como el «senior senador por Massachussets», el feudo político del clan, y eso, porque el nombre y la deuda que el pueblo norteamericano creía tener con su familia le libraron de acabarla ignominiosamente.

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