Kamala Harris, una equilibrista entre el «establishment» y el activismo

Tras el divorcio temprano de sus padres -ella tenía siete años-, se crió con su madre. Aunque visitó India varias veces y acudía un templo hindú, ellas dos y su hermana se insertaron en la comunidad negra de Berkeley. Su elección de universidad también marcó su identidad: eligió Howard, la universidad histórica negra más prestigiosa.

Como Barack Obama, el primer presidente negro del país, entendió pronto que el activismo por sí solo no traería cambios y que era necesario insertarse en el ámbito del poder. Se decidió a entrar en la carrera de la fiscalía «para cambiar el sistema desde dentro». En el sistema, Harris brilló. Poco después de entrar en la fiscalía de San Francisco, se convirtió en su fiscal de distrito y en estrella ascendente del ‘establishment’ demócrata. A los pocos años, fue la primera mujer y en la primera persona negra en ser elegida fiscal general de California , el mayor estado del país. No tardó en ganar el puesto como senadora por California y el año pasado se presentó como candidata a la presidencia. Se quedó muy lejos de lograrlo, pero ahora será vicepresidenta.