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El joven que cometió el asesinato múltiple en Austria utilizó la pistola de su hermano

Nadie, de 19 años, dejó de salir con Andreas sin darle demasiadas explicaciones y él decidió matar a toda su familia

Rosalía Sánchez

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«Dejó la pistola y un cuchillo en el mostrador de la ventanilla y dijo que había matado a cinco personas». Así ha descrito el director del equipo de investigación criminal de la policía austriaca, Walter Pupp, la llegada de Andreas E. a la comisaría de Kitzbühel, una localidad tirolesa en la que nunca pasa nada. Al menos hasta la madrugada del domingo. Los celos de este joven de 25 años, con el que su exnovia, Nadine H., había decidido terminar su relación hace dos meses, parecen ser el único motivo de un crimen múltiple que ha conmocionado al país alpino.

Nadie, de 19 años, dejó de salir con Andreas sin darle demasiadas explicaciones. Le había dicho que empezaba una nueva etapa de su vida, en la universidad, y deseaba concentrarse en sus estudios, de manera que no quería mantener ninguna relación amorosa . Pero la noche del sábado, la expareja coincidió en un local con copas y música en el que Andreas descubrió el auténtico motivo de la ruptura. Nadine había salido con su nuevo novio y ambos bailaban despreocupados en la pista. El joven la abordó, discutieron, y después de eso Nadine y su novio se retiraron juntos a la casa de los padres de ella. Allí llegó, Andreas, pasadas las cuatro de la mañana, y tocó el timbre. Abrió la puerta Rupert, el padre de la chica, de 59 años, y le comunicó que Nadine no deseaba ver a nadie a esas horas, recomendándole amablemente que se fuera a su casa. Y eso es lo que hizo, pero solamente para recoger allí una pistola propiedad de su herman o y regresar al domicilio de los padres de Nadine. Cuando el padre abrió por segunda vez la puerta, le disparó a bocajarro y accedió a la vivienda.

La segunda en morir fue la madre de la chica, Andrea, de 51 años, que salió del dormitorio al escuchar el disparo. También apareció en el vestíbulo enseguida el hermano de Nadine, Kevin, de 25 años y miembro de la misma pandilla de jóvenes con la que hasta hace dos meses compartían estudios y tiempo libre los dos miembros de la expareja, al que igualmente disparó. Acto seguido, según la reconstrucción de los hechos dirigida por el Comandante de la Policía del Distrito de Kitzbühel, Martin Reisenzein, Andreas H. trepó por un balcón hasta el apartamento de la abuela, un espacio que él mismo había compartido con Nadine a menudo y al que no se podía acceder desde el interior de la vivienda. Como esperaba, halló en el mismo dormitorio a Nadine y a su novio , Florian J., un jugador de hockey sobre hielo de 24 años bastante conocido en la ciudad por su participación en el equipo de Kitzbühel. También ellos dos murieron por disparos de pistola. El análisis forense preliminar dio como hora de la muerte las 5:30 de la mañana y el dato coincide con la descripción de los hechos que en un primer interrogatorio ha relatado el presunto asesino, que se ha declarado culpable y víctima de una enajenación momentánea. No tiene antecedentes penales y ha declarado «arrepentido».

«El único motivo son los celos, la sensación de rechazo que se produce después del final de una relación y que ha llevado a una persona que hasta ahora no había tenido problemas con la policía ni antecedente violento de ningún tipo, a llevar a cabo un horrible crimen», ha confirmado el director Kitzbühel. Pero el motivo por el que el sospechoso dirigió su agresión contra toda la familia no ha quedado suficientemente claro. «No responde a esta pregunta, por lo que tendremos que seguir investigando sobre ese punto», ha dicho Pupp.

El presunto autor había mantenido una relación desde 2014 con la víctima de 19 años e incluso habían empezado a hacer planes de boda para cuando ella terminase sus estudios. Ambos provienen de conocidas familias de Kitzbühel que habían conocido y aceptado esa relación, y que se muestran ahora desolados por el desenlace de los acontecimientos.

El arma con el que se cometió el crimen formaba parte de una herencia y permanecía guardada adecuadamente en una caja de seguridad cuya contraseña aparentemente conocía Andreas , aunque la razón por la cual el joven de 25 años tenía acceso a ella seguía siendo objeto de investigación.

La policía continúa hoy con los interrogatorios de vecinos que escucharon los disparos. El alcalde de Kitzbühel, el conservador Klaus Winkler, que conoce personalmente a las familias de las víctimas y del presunto autor, ha hablado de una «tragedia increíble». Como señal de luto, ha sido izada una bandera negra en el ayuntamiento. También el gobernador tirolés Günther Platter ha lamentado «una terrible tragedia» que dejaba «sin palabras y aturdido, pensando en familiares y amigos de las víctimas». El círculo de los afectados, que ahora necesita ayuda psicológica, se extiende a buena parte de los 8.000 habitantes de esta ciudad y ha sido encargada a psicólogos de la Cruz Roja. El jefe de distrito de esta organización, Joachim Jochum, ha sugerido que cualquiera que quiera hablar sobre sus sentimientos puede recurrir a su equipo «en cualquier momento a cualquier hora del día o de la noche».

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