El islam radical en Francia, un monstruo de mil cabezas
A la implantación del integrismo se suma la diversidad de origen de la inmigración
Juan Pedro Quiñonero
En Francia , la gangrena islamista se ha transformado en un monstruo de mil y una cabezas, que pueden devorarse entre ellas con cierta frecuencia. El 46% de los más de cinco millones de musulmanes franceses (en un país de 67 millones de ... habitantes) estarían «secularizados», y la religión «no ocuparía un puesto significativo en sus comportamientos». Sin embargo, muchos de esos musulmanes «laicos están acosados y deben vivir al margen, si no desean sufrir la cólera no solo verbal de los musulmanes «piadosos», partidarios del castigo de los incrédulos.
Otro 25% de los musulmanes franceses sienten una suerte de orgullo islámico, reivindicando su fe en la escena pública. Son los musulmanes más visibles e influyentes en la vida pública, con un afán proselitista que puede ser inquietante.
Otro 28% de los musulmanes franceses serían ultras, estimando que sus valores religiosos son superiores a los valores y leyes del Estado republicano . Un 50% de los musulmanes jóvenes se encontrarían entre los ultras. Se trata de la mayoría relativa que más preocupa. Presentan un frente más o menos dividido. Son el corazón podrido de la gangrena islamista francesa.
Las divisiones teológicas también influyen en la falta de integración de los musulmanes franceses. La gran mayoría son suníes, entre un 80 y un 90%. La minoría chií representaría un 2 o un 3%. El resto de los musulmanes franceses estarían divididos en muy diversas hermandades y cofradías, mayoritariamente integristas. Esa división teológica tiene diversos flecos. El islam permite una libertad temible: cualquier creyente es libre para autoproclamarse imán, dictando sus propias leyes, que puede difundir a través de las redes de comunicación social.
A las divisiones teológicas y de sensibilidad individual es necesario añadir las divisiones geográficas, excepcionales.
Según las cifras oficiales (2019), el 46,5% de los inmigrantes residentes en Francia nacieron en África , un 12,6% en Argelia , un 12% en Marruecos , el 4,5% en Túnez . A ese islam francés de origen magrebí se suma desde hace años la inmigración musulmana de origen turco, checheno y paquistaní, que ha comenzado a crecer durante los dos últimos años, en unos términos mal conocidos estadísticamente.
Ultras
Entre los inmigrantes de las generaciones que llegaron a Francia, a partir de los años 70 del siglo pasado, la primera seña de identidad de argelinos, marroquíes, tunecinos, era la lengua (árabe coloquial, bereber). A partir de los años 80 del siglo pasado, la seña de identidad religiosa comenzó a cobrar una dimensión creciente.
Los más recientes inmigrantes chechenos y paquistaníes se definen muy mayoritariamente por sus convicciones religiosas, mayoritariamente integristas.
Guerras internas
Ese arco iris de las mil y una cabezas del monstruo islámico francés tiene muchas dimensiones amenazantes. Una minoría de imanes partidarios de la integración, en feudos simbólicos importantes, como Drancy, al norte de París, o Burdeos, en el suroeste, están amenazados de muerte por grupúsculos islamistas juveniles y ultrarradicales . Se trata de una suerte de «guerra civil religiosa», más o menos fría. El presidente de la Gran Mezquita de París , una institución histórica, también ha sido amenazado de muerte.
El joven pakistaní que intentó degollar a dos franceses, a finales de septiembre, ante la antigua redacción del semanario «Charlie Hebdo», se había educado en la obediencia ciega a una secta musulmana sufí. El ruso-checheno que decapitó a un profesor, en Conflans Sainte-Honorine, hace dos semanas, tenía convicciones religiosas igualmente demenciales, pero de distinta procedencia teológica. El autor de la matanza de Niza, ayer, había nacido en Túnez y entró en Europa a través de Italia , desde donde se instaló en la Costa Azul, en contacto con musulmanes de origen magrebí, fanatizados a través de la delincuencia común y las campañas islamistas difundidas a través de internet.
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