Teherán exige la permanencia de Assad para apoyar el plan de Annan

Tras pasar por Damasco, Estambul, Pekín, Moscú y Doha , Annan necesita ayuda de «los gobiernos más influyentes de la región» porque «la situación geopolítica de Siria es tal que cualquier error puede tener consecuencias inimaginables».

El objetivo final no es otro que conseguir que el máximo aliado político y militar de Damasco en la región –en 2008 firmaron un pacto de defensa recíproca en caso de agresión externa- se convierta en «parte de la solución del conflicto» . Un conflicto que pese a las palabras de Annan sobre «un alto el fuego total a partir de las seis de la mañana», del cual aseguró tener «la promesa de las autoridades» por escrito, vivió una nueva jornada de violencia según fuentes opositoras y vinculadas a grupos de derechos humanos que denunciaron la muerte de al menos dieciséis personas a manos de las fuerzas de seguridad.

El ministro de Exteriores, Alí Akbar Salehi, ejerció de anfitrión y en la posterior rueda de prensa al encuentro con Annan pidió «tiempo» para que las reformas de Al Assad, cuyo papel al frente de Siria es «incuestionable» para Irán, puedan traer cambios al país «como la libertad de partidos políticos, elecciones libres y una Constitución que abarque los deseos del pueblo».

Annan sabe de la importancia de Irán para el éxito de sus planes , pero a nadie se le escapa que acude a pedir colaboración a un régimen que en 2009 vivió en sus propias carnes una auténtica revolución social tras la reelección de Mahmoud Ahmadineyad, a la que respondió con la fuerza como único recurso.

Mientras que para el enviado de la ONU y la Liga Árabe Siria es el epicentro de su trabajo, para los iraníes es una pieza más del puzle de frentes que mantiene abiertos, una pieza muy valiosa que le puede ayudar a aliviar la presión internacional que sufre. Su importancia radica, según el Líder Supremo, ayatolá Alí Jamenei , en que se trata de «la primera línea de apoyo a la resistencia frente a Israel».

Además de la entrevista con Salehi, Annan se reunió con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y negociador nuclear, Saed Jalili. A 48 horas de retomar las conversaciones con el 5+1 (compuesto por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) después de quince meses de distanciamiento, Jalili aprovechó la ocasión para adelantar que acudirá a Estambul con «nuevas iniciativas y un espíritu constructivo» .

La firmeza y unidad de Estados Unidos y la Unión Europea en las nuevas sanciones financieras, que el 1 de julio se reforzarán con el embargo al petróleo, han obligado a la república islámica a volver a la mesa de negociación en medio de un ambiente prebélico marcado por las amenazas de Washington y Tel Aviv . «Todas las opciones están sobre la mesa», ha repetido Barack Obama en sus últimas intervenciones para dejar bien claro que su objetivo es frenar el enriquecimiento de uranio en Irán para evitar la posible construcción de armamento atómico.

Mientras que en el vecino Irak Washington tardó años en aceptar a Irán como un actor imprescindible para el futuro del país e invitarle a las cumbres de paz, con Siria no se quiere repetir el error . Annan sucedió al primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, en la lista de figuras de primera línea que acuden a Teherán a pedir colaboración para acabar con la crisis. Los iraníes son amantes de las formas y este es un primer paso obligatorio antes de entrar en materia. Se abre una nueva fase.