Irán anuncia que enriquecerá uranio al 20% en el aniversario del asesinato de Suleimani

Este grado de enriquecimiento sigue alejado del 90% necesario para elaborar armas , pero cuando se produjo hace una década ya encendió todas las alarmas y estuvo a punto de provocar un ataque quirúrgico de Israel. Solo el acuerdo firmado en 2015 con el 5+1, grupo formado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, logró calmar la situación gracias al compromiso iraní de limitar el enriquecimiento al 3,67. La República Islámica cumplió todo lo pactado, pero Trump se retiró del acuerdo de forma unilateral en 2018 y reimpuso sanciones. La respuesta de Teherán ha sido desde entonces ir anunciando pasos que le alejan del texto original, pero las autoridades insisten en que volverán al pacto en cuanto se levanten los castigos de Estados Unidos.

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca y su plan de resucitar el acuerdo son claves para que Teherán vuelva a respetar los límites fijados y se rebaje la tensión. Medios como Dar Al-Hayat, cabecera saudí editada en Londres, informaron de la creciente presión por parte de Israel y Arabia Saudí para que Trump golpee a las instalaciones nucleares de Irán antes de dejar el cargo, una acción que alejaría cualquier opción de recuperar un pacto que a ellos les parece el peor pacto posible.

El ministro de Exteriores y uno de los grandes valedores del acuerdo, Javad Zarif, alertó a Trump vía Twitter, citando «fuentes de inteligencia», de los «intentos por parte de conspiradores israelíes para provocar ataques contra estadounidenses en Irak que se conviertan en falsos casus belli» que empujen a Estados Unidos a atacar a Irán . Irak, donde en las próximas semanas en plan de Trump pasa por reducir sus tropas a no más de 2.500 efectivos, podría convertirse una vez más en el tablero en el que los dos enemigos diriman sus diferencias.

Hace un año que Trump dio luz verde al lanzamiento de un misil desde un avión no tripulado contra el vehículo en el que viajaba Suleimani. El general iraní, responsable de la red de milicias chiíes leales a Irán en toda la región y uno de los hombres clave en la derrota del grupo yihadista Daesh, acababa de aterrizar en Bagdad y fue asesinado junto a Abu Al Mahdi Al Muhandes, líder de las milicias chiíes locales. Los iraníes respondieron con el lanzamiento de misiles contras bases militares en Irak empleadas por estadounidenses y algunos soldados resultaron heridos, pero parece que solo fue una primera parte de la venganza. En el transcurso de aquella operación un misil iraní impactó por error en un avión de pasajeros ucraniano y mató a todos sus ocupantes.

En la gran ceremonia del primer aniversario celebrada en la universidad de Teherán el jefe de la Justicia iraní, Ebrahim Raisi, dijo que «no hay lugar seguro en la tierra para los asesinos» del general. Esmail Ghaani, el sustituto de Suleimani al frente de la Fuerza Quds, unidad de operaciones en el exterior de la Guardia Revolucionaria, alertó de que «es posible que gente dentro de Estados Unidos sea la que responda a este crimen».