Yuan Longping, el científico que frenó las hambrunas en China

Longping Yuan falleció el sábado a los 90 años de edad. El académico, que nunca llegó a retirarse, llevaba ingresado en el hospital desde principios de abril tras una caída mientras trabajaba en los campos de arroz de uno de sus proyectos. «Controlaba a diario precipitaciones y temperatura (...), ya estaba muy mal de salud pero seguía preocupándose por sus plantaciones», recordaba su médico de cabecera.

Su defunción ha sacudido al país. La noticia se convirtió de inmediato en uno de los temas más comentados en Weibo –plataforma similar a Twitter–, donde recibió 3.500 millones de visualizaciones. El líder Xi Jinping hizo llegar sus condolencias a la familia por medio de un mensaje en el que ensalzaba la ejemplaridad de su figura.

Nacido en Pekín en 1930, Yuan comenzó su carrera profesional pocos años antes del Gran Salto Adelante, una calamitosa política de desarrollo comandada por Mao Zedong que provocó la Gran Hambruna (1959-1961), causante de entre 15 y 55 millones de muertos. En entrevistas posteriores, revelaría que las penurias de las que fue testigo durante aquellos años le llevaron a investigar cómo aumentar la producción de arroz. «Mi tarea vital es asegurarme de que todo el mundo está a salvo del hambre», afirmó.

Inspirado por las teorías de Gregor Mendel , ya en 1964 apuntó que la combinación de una cepa estéril masculina junto a otros brotes podría aumentar el rendimiento de las plantaciones de arroz. La investigación en la que plasmó su 'método de tres líneas', basado en la práctica de la heterosis, atrajo la atención de las autoridades, que protegieron sus experimentos durante el caos de la Revolución Cultural (1966-1976).

En 1973 logró por fin hacer sus predicciones realidad, creando un tipo de arroz un 20 por ciento más productivo que el convencional . A partir del año 1976 sus variantes comenzaron a sembrarse en masa hasta ocupar más de la mitad de los cultivos chinos. Poco tiempo después, empezaría su exportación a decenas de países extranjeros.

En sus últimos años, Yuan trabajó en nuevos desafíos en busca de plantas tolerantes a la salinidad, conocidas como 'arroz de mar', o semillas transgénicas, un polémico campo cuya investigación se ha convertido en prioridad política. El ministro de Agricultura de China, Tan Renjian, pronunció unas palabras transformadas ya en cita célebre: «Las semillas son los microchips de la agricultura».

Los hallazgos de Yuan fueron clave para una agricultura amenazada por la escasez, en un país que contiene un quinto de la población del planeta pero tan solo un 9 por ciento de sus tierras fértiles. Las autoridades estiman que los hallazgos del científico alimentan cada año en China a 70 millones de personas.