Insulza preside la misión de la OEA que hoy llega a Honduras

Mientras, en Honduras ya empiezan a hacerse a la idea de que deberán soportar un aislamiento económico y diplomático (incluida una posible expulsión temporal de la OEA) durante cinco meses, hasta que de los comicios del próximo 29 de noviembre salga un nuevo presidente democráticamente electo. Entre tanto, se suceden las manifestaciones de uno y otro signo. Más numerosas, las que apoyan a Roberto Micheletti; más tensas, las que reclaman el regreso de Manuel Zelaya.

Ayer, unos cinco mil seguidores del presidente depuesto se encaminaron hasta la sede de la Asamblea, después de que decenas de soldados les impidieran reunirse en el céntrico parque del Obelisco. Los gritos de "¡Golpistas!", "¡Cerdos!" y otras lindezas se mezclaban con canciones y consignas revolucionarias. Entre los manifestantes abundaban maestros, funcionarios y hasta antiguos soldados que fueron destinados a Irak.

«Ahora no dirán que es Zelaya quien nos paga», protestaba Marcelo Arribas, trabajador del servicio municipal de aguas, quien denunció que sus jefes pretendían impedirles abandonar el puesto de trabajo para asistir a la marcha.

La UE, por su parte, espera lograr una restauración simbólica de Manuel Zelaya como presidente de Honduras, pero es consciente de que cualquier salida a la crisis pasa por la convocatoria de elecciones presidenciales lo antes posible. Un alto funcionario europeo confirmó ayer informalmente que el objetivo de las presiones diplomáticas internacionales ya no puede ser el restablecimiento de la situación anterior al derrocamiento de Zelaya, sino «una salida que preserve la legalidad».

El ministro sueco de Exteriores, Karl Bild, que ejerce la presidencia, anunció por su parte que «todos los embajadores de la UE han salido de Honduras» debido «a la incertidumbre de la situación política ». Lo cierto es que solo hay cuatro países que tienen una representación a nivel de embajador en Honduras: España, Francia, Italia y Alemania, y es cierto que todos han salido del país, aunque el Gobierno alemán ha hecho saber que se trata en su caso del fin de su mandato. En cuanto a los demás países y a la Comisión Europea, sólo disponen de «encargados de negocios», por lo que «no está previsto ningún movimiento más», según la portavoz de la comisaria de Relaciones Exteriores.

En Bruselas, mientras tanto, se mantiene como embajador de Honduras Ramón Custodio Espinosa, uno de los que ha optado por declararse leal al presidente Roberto Micheletti y a quien Manuel Zelaya dice haber destituido desde su exilio. Custodio se reunió el martes con la comisaria Ferrero-Waldner en la sede de la Comisión Europea.