De policía infiltrado a activista comprometido
Mark Kennedy, agente de Scotland Yard camuflado, estuvo 10 años infiltrado entre grupos ecologistas y anarquistas; ahora ha decidido cambiar de bando

Se había dejado melena, llevaba tatuajes y pendientes y pasaba por ser el activista perfecto. Mark Kennedy, agente de Scotland Yard camuflado, llegó a estar casi diez años infiltrado entre grupos ecologistas y anarquistas . Ahora ha dejado la Policía y ha decidido cambiar de bando, aunque sus antiguos compañeros le han recibido con insultos por haberles espiado.
Las informaciones del policía llevaron a la detención en 2009 de diversos activistas a los que ahora, en el juicio que iba a celebrarse contra ellos, ha ofrecido su ayuda. El fiscal ha debido retirar las acusaciones para evitar a la Policía tener que revelar sus operaciones secretas.

El caso ofrece detalles curiosos sobre la doble vida de Kennedy , que con el nombre falso de Mark Stone contactó en 2000 con grupos radicales, presentándose como alguien hábil para trepar donde fuera y era conocido por andar sobrado de dinero, según publica The Guardian . Pero también plantea un debate sobre lo lejos que pueden ir los servicios secretos o los policías infiltrados en su labor, pues Kennedy no sólo actuó como observador, sino como “provocador” de las protestas que luego la Policía debía controlar, según han denunciado sus antiguos compañeros de marchas
Figura clave en las protestas
Así, en una de las grandes protestas antiglobalización llevadas a cabo en el Reino Unido durante la cumbre del G20 de 2005 , Kennedy fue “una figura clave” y contribuyó a aumentar los disturbios al transportar a un grupo de manifestantes en su furgoneta hasta el lugar de la cumbre. En 2009 ayudó a reclutar activistas para irrumpir en una central de carbón de Nottingham y paralizarla. El día antes de la acción, cuando los implicados la preparaban en una reunión, la Policía apareció por sorpresa y detuvo a una veintena de personas. Un grupo ya fue condenado y otro iba a ser juzgado ahora.
“No estamos hablando de alguien que tomaba notas, sino que era alguien metido hasta el cuello ”, ha indicado Danny Chivers, uno de los acusados por “conspiración para perpetrar una agravada invasión”. “Estuvo implicado en la organización de la protesta durante meses. La podían haber parado desde el principio”.
Policía desde 1994
En octubre de 2010, algunos activistas encontraron un pasaporte con el verdadero nombre de Kennedy y, tras diversas pesquisas, se enteraron de que era policía desde 1994. El intruso, que de vez en cuando desaparecía por largas temporadas supuestamente para visitar a un hermano en Estados Unidos, desapareció entonces de manera definitiva.
Con mala conciencia por su doble juego, los últimos días contactó con los abogados defensores de los acusados por planear la acción contra la central de Nottingham y se ofreció a ayudarles. Algo que no ha hecho falta porque la fiscalía ha preferido retirar los cargos para evitar que se divulguen detalles indeseados.
Diversas páginas webs de los grupos infiltrados por Kennedy se han llenado de insultos hacia éste, expresados por activistas que se consideran “violados”, “traicionados” y “asqueados” por la conducta del ahora ex policía.
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