Iberoamérica «inventa» un organismo de integración al margen de EE.UU.
Chávez y sus aliados encuentran eco entre los 31 países asistentes a su intención de «demoler» la OEA
Las reuniones -desde el domingo y hasta hoy- en Playa del Carmen (México) del Caricom y el Grupo de Río, bautizadas como Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, serán el punto de partida de una nueva organización continental al margen de ... la OEA. Otro organismo supranacional más, promovido por Brasil y los países en la órbita del venezolano Hugo Chávez, que ha encontrado eco en 31 naciones de la región. Nuevas siglas -aún por definir, aunque se sugieren los acrónimos de Comunidad, Unión u Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe- para añadir a las muchas ya existentes: como ALBA, Unasur, Parlacen, SICA, CAN... Un foro de diálogo político que deja de lado a Estados Unidos y Canadá, que tomaría forma en Venezuela en julio de 2011.
La decisión fue adoptada durante los trabajos previos de los cancilleres y será sometida a la consideración de los jefes de Estado y de Gobierno participantes. «Queremos encargar a un grupo de trabajo que pueda preparar los estatutos para que, en una cumbre próxima, podamos aprobarlos. Lo más importante es que va a ser el más alto foro político de discusión de América Latina», declaró el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño.
Ese grupo estaría coordinado por Chile y Venezuela, con la participación de Brasil, México, una representación del Caribe y otra de América Central. Chile recibe de manos de México la secretaría temporal del Grupo de Río.
También los conservadores
La iniciativa también ha encandilado a países con gobiernos conservadores, como el de Panamá. «Hay temas por definir. El nombre y el proceso de integración son dos temas pendientes, pero se avanzó mucho y ya le tocará a los presidentes culminar, pero estamos seguros de que se llegará a un gran acuerdo», dijo su canciller, Juan Carlos Varela.
Su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, subrayaba que esta nueva instancia permitirá «articular la unión de nuestro continente, la unión verdadera, donde puedan convivir durante algún tiempo los distintos mecanismos». La idea es que el nuevo organismo termine absorbiendo a la Cumbre de América Latina y el Caribe, y al Grupo de Río, pero coexistiría con otras organizaciones regionales. México y Chile señalaron que la futura entidad no competirá ni desplazará a la OEA -que incluye a Estados Unidos y Canadá-, sino que será un bloque de concertación política único para la región.
Perú, prudente
Pese al optimismo generalizado, algunas voces, como la del ministro de Relaciones Exteriores de Perú, José García Belaunde, son prudentes: «Estas cosas se necesitan trabajar, reflexionar y debatir, y no ha habido ni reflexión ni debate sobre el tema».
Y, perro viejo, el presidente saliente de Costa Rica, Óscar Arias, se mostraba más escéptico: «No vamos a obtener nada, porque estamos divididos. Muchos gobiernos no creen en el libre comercio y por el contrario quieren proteger su economía. Una buena manifestación de que no estamos muy unidos es que no se invite a Honduras a esta cumbre. Mi experiencia es que estas reuniones sirven nada más para cambiar impresiones», declaraba a «Excélsior».
En la sesión inaugural, el presidente mexicano, Felipe Calderón, recordó que «no podemos permanecer desunidos (...) ahora toca unirnos sin demérito de aquello en lo que somos diferentes (...) sobre la base de nuestras coincidencias».
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