Herido por bala un cura ortodoxo en un templo de la ciudad francesa de Lyon

Las fuerzas de seguridad del Estado acordonaron varios barrios de una de las grandes ciudades de Francia, cuya región tiene numerosas comunidades musulmanas de distinta obediencia. Según las primeras informaciones policiales, el sacerdote tiroteado se encontraba entre la vida y la muerte, a media tarde.

El aparente intento de asesinato ocurrió un día después de la matanza de Niza, a las puertas de una iglesia. El ataque, con tiros, a un sacerdote ortodoxo griego en Lyon confirma y agrava el estado de angustia contenida en el que vive Francia, tras una sucesión de atentados yihadistas que comenzaron a finales de septiembre, con la tentativa de homicidio de un hombre y una mujer, en la antigua redacción del semanario Charlie Hebdo , continuaron con la decapitación de un profesor , en Conflans-Sainte-Honorine, al oeste de París, y culminaron la mañana del viernes, en Niza, con la ejecución de otros tres inocentes .

Entre esos tres baños de sangre se han sucedido numerosos «incidentes menores». Las fuerzas de seguridad del Estado se encuentran siempre en estado de alerta antiterrorista máxima.

A los cuarenta minutos de conocerse la noticia, Jean Castex , primer ministro, jefe de Gobierno de Emmanuel Macron, hizo esta declaración de urgencia: «Hoy hemos confirmado el despliegue de millares de policías y soldados, consagrados a defender las iglesias, los lugares de culto y los cementerios de Francia. Todos los franceses podrán recogerse ante sus antepasados, este fin de semana, con libertad y seguridad».