El férreo régimen comunista norcoreano cede a las hamburguesas

Pizza, patatas fritas y hamburguesas ... No forman parte de la lista de una compra de comida rápida sino de las nuevos platos «capitalistas» de los que ya podrán disfrutar los ciudadanos de Corea del Norte a partir de ahora. Una nueva revolución que llega de la mano de Kim Jong-un , el recién llegado líder del régimen comunista asiático , hijo del difunto y «Querido Líder», Kim Jon-il y nieto del Padre de la Patria, el «Presidente Eterno y «Gran Líder», Kim Il-Sung, fundador del país.

Se trata de un intento por «conquistar» a sus súbditos con normas liberales capaces de transformar radicalmente la vida cotidiana en un país que –lejos del centro del poder mundial– lucha por sobrevivir en una de las peores crisis alimentarias que haya vivido el país en los últimos años, el cual basa su dieta en arroz y soja.

Para los expertos, incorporar a la dieta símbolos de la burguesía capitalista forma parte de un intento de lavado de imagen promovido por un joven que, antes de alcanzar el poder en el hermético país comunista, pudo conocer las «tentaciones» de Occidente.

Estudió en un colegio suizo y por tanto, más allá de los discursos y las posturas férreas oficiales a las que ha tenido que asistir durante su infancia, sabe bien que adoptar medidas aperturistas no es nocivo para la ideología nacional.

Otros sostienen que los movimientos de Kim Jong-un tienen como objetivo transmitir «una idea de "padre de la Patria" benévolo, en línea con la imagen de su abuelo», tal y como señala Dong Yong-Sueng , especialista norcoreano del Samsung Economic Research Institute.

En realidad, es difícil imaginar a los norcoreanos en fila delante de un McDonald's o un Domino's Pizza, porque en ninguna ciudad de este país existe ni siquiera una hamburguesería. Lo cierto es que lo que nos puede parecer algo normal como tomar este tipo de comida occidental, en Corea del norte -país que está teniendo dificultades para autoabestecerse- estaba penado con la cárcel.

Al «permiso» de comer pizza, hamburguesas y patatas se le añaden la posibilidad de llevar zapatos de plataformas , pendiente s y pantalones para las mujeres e incluso teléfonos móviles. En el listado de nuevas medidas se permite también a los niños «tener acceso libre a los zoo y a los parques de atracciones ».

Hablando del país que se autoproclama el « último paraíso comunista» , y donde el poder pasa de padre a hijo directamente sin referéndum alguno, viene a la mente la imagen de María Antonieta cuando daba brioches al pueblo muerto de hambre.

Con la tripa llena de comida «cool», Kim Jong-un pretendería conquistar al sector más joven de la población. Éste conformaría un nuevo apoyo en su cargo, cada vez más inestable, por posibles conspiraciones de aquellos que querrían hacerse con el control del arsenal nuclear usado hasta ahora como garantía de inmovilismo.