Suscribete a
ABC Premium

Hambre de libertad en el Irán de los viejos ayatolás

Las redes sociales y los hábitos de los jóvenes chocan con las restricciones políticas y religiosas del régimen

Dos jóvenes iraníes en los jardines del palacio de Golestán, en Teherán A. ARMADA
Alfonso Armada

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Los miércoles son días blancos en Irán. De blanco se visten viejos y jóvenes opositores para mostrar su rechazo a la obligación impuesta a las mujeres de cubrirse con el hiyab , el velo islámico. Ellas se lo quitan en plena calle. Gritan libertad ... y se disuelven ante la llegada de la policía. Es nada más que otro de los síntomas que un viajero con los ojos y los oídos abiertos puede captar si dispone de una semana para auscultar el corazón político de los persas. Orgulloso, diferenciado de los árabes que les rodean, la fotografía que las redes sociales reflejan permite reconocer un aroma insólito. Al viajero le parece que guarda algunas concomitancias con la España de Franco: una sociedad que intenta hacer su vida al margen del régimen, al margen del gobierno . Los jóvenes, y no tan jóvenes, abordan al extranjero con tanta amabilidad como curiosidad y, casi siempre en un inglés impecable, le preguntan por la vida que llevan y su impresión del país. Uno, tan atildado (vestía una chaqueta de terciopelo violeta en el bazar) como educado, preguntó al extranjero si creía que en Irán se respetaban los derechos humanos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia