Guía de la noche electoral en el Reino Unido: a las once, la encuesta decisiva

Los candidatos tienen que acudir al lugar del recuento, en escuelas, salones de baile, pabellones..., y suben a un escenario mientras se leen los resultados, muchos de ellos con los entorchados de sus partidos en el pecho. Es un ritual clásico de democracia de proximidad que obliga a todos, incluido el primer ministro, diputado por la circunscripción londinense de Uxbridge y South Ruiship, donde ganó su escaño en 2017 con 5.034 votos de ventaja.

Hacia las cuatro de la mañana hora británica, cinco españolas, habrá ya indicios más o menos rotundos de quién ha ganado y al alba el país se despertará sabiendo quién puede ser su próximo primer ministro y si Boris Johnson ha logrado o no la mayoría absoluta (326 escaños), pues se da por descontado que esa meta será imposible para los laboristas de Corbyn.

Una noche electoral tan larga se convierte en una fiesta . En algunos clubes selectos de Londres se organizan veladas electorales de copas, análisis y francachela. También hay «party night» en ciertos pubs durante toda la noche. Por ejemplo, el Mother’s Ruin de Walthamston, en el Noroeste de Londres, organiza a cuenta de las tribulaciones de sus señorías en las urnas una noche de «gingo» (gin & bingo) sobre los resultados.

Otros locales son más ingeniosos, The Jago organiza una noche de «karaoke político». La principal fiesta «tory» será, cómo no, en el Scott’s de Mayfair, club selecto por el que se pasará la crema de la formación. Muchos laboristas se reunirán en el The Three Compasses, en Dalston. Pero la mayoría de los británicos seguirán, hasta que se aburran, la larga velada a través de los magníficos especiales de televisión , en los que las cadenas, sobre todo la BBC, vuelcan sus mayores esfuerzos. Además la madrugada será fría y la jornada electoral, también, pasada por agua y con viento en el Norte. El mal tiempo podría bajar la participación, lo que perjudica a priori a los conservadores.

Estos son los hitos de la noche en hora británica (una hora más en España).

- Diez de la noche (once en España), sondeo a pie de urna : Es el primer hito de la velada y tiene gran interés, porque lo habitual es que acierte el resultado. En 2017 clavó que Theresa May no lograría la mayoría absoluta.

Se trata de una encuesta entre diez mil personas , llevada a cabo por Ipsos Mori en 144 circunscripciones de Inglaterra, Gales y Escocia, a los que cuando salen de votar se les pide que vuelvan emitir su papeleta para la encuesta. De todas formas, estas israelitas marraron en 1992 y en 2015, en ambas ocasiones se equivocaron al no predecir la mayorías absolutas conservadoras. La encuesta se elabora entrevistando siempre a las mismas personas.

- Once de la noche , llegan los primeros resultados reales . Sunderland y la vecina Newcastle, en el Noreste de Inglaterra, se disputan cada año ser la primera en declarar un diputado. El récord lo ostenta Sunderland South, que en 2001 resolvió a las once menos cuarto.

- De una a dos , primeros indicios de la lucha tory-laborista en el Norte . En circunscripciones norteñas como Darlington, Workington y Wigan empezará a verse si Johnson consigue o no aprovechar el aliento brexitero que bullen en algunos feudos tradicionales del laborismo para arrebatar a Corbyn esos escaños.

- A las dos , la prueba del algodón del Brexit Party . Hartlepool, ciudad costera del Noreste de Inglaterra, pasa por ser el test de si el partido de Farage tiene opciones de sentarse en los Comunes o no. Si no logra nada allí pinta mal la noche para una formación ya desfondada por su decisión táctica de retirarse en algunas circunscripciones para favorecer a los tories.

- De tres a cuatro , pelea en el Muro Rojo . La gran contienda en los graneros tradicionales de votos del laborismo, donde hasta hoy parecía impensable que pudiesen inclinarse por el partido de Margaret Thatcher. Pero el Brexit lo ha cambiado todo. Si Boris, que se ha pagado intensamente esas demás demarcaciones en las últimas 72 horas, araña escaños ahí, la mayoría absoluta estará casi hecha y será holgada. En esa franja horaria se sabrá también si conserva su escaño la líder liberal-demócrata, la fallida Jo Swinson, y si retiene el suyo el ministro de Exteriores, Dominic Raab.

- Cuatro y media , la hora del escaño de Boris Johnson . A esa hora se declarará el resultado de la demarcación del premier, Uxbridge y South Ruiship, creada en 2010 y que siempre ha sido tory. Cuenta con una ventaja de 5.034 y parece hecho, pues se trata de una zona bien y aburrida del Oeste de Londres. Ahora bien, en su sede hay una universidad y los estudiantes podrían organizar un voto táctico anti Johnson. El primer ministro, que no se fía, ha acudido allí todas las semanas al menos un día y ha enviado a hacer campaña por las puertas a su padre Staley, un europeísta que se opuso al Brexit en el referéndum de 2016, y a su novia treintañera, Carrie Simons. Ella ha ido con el perro foxterrier de ambos, Dylin, al que rescataron de una perrera del Sur de Gales. Johnson asegura que cada día a las seis de la mañana sale a pasear con él por el minúsculo prado de la trasera de Downing Street y sostiene que el can está «en gran forma». Sería insólito que Boris perdiese un escaño, porque solo le ocurrió a un líder tory, y fue en 1906.

- De cinco a siete . La foto final se hace nítida . El país despierta y conocerá si tiene una mayoría absoluta tory o sigue enfangada en un «Parlamento ahorcado».