Los griegos recurren al cultivo de caracoles como método para combatir la crisis

Uno de los cultivos mas comunes y que se ha convertido en una especie de mito es el de los caracoles. En Grecia es una actividad con futuro debido a las favorables condiciones climáticas y a la demanda extranjera. El mito es realidad porque los caracoles son cultivados por muchas compañías porque es fácil y da buenos ingresos rápidamente . Pero el presidente de la Cooperativa Agrícola de Cultivo Natural de Caracoles, Dimitris Málkas , deja bien claro que no hay que escuchar a las empresas que hablan de una inversión segura y sin problemas.

Comenta que le llaman de toda Grecia para informarse, pero «rara vez hablamos mas de diez minutos, todos tienen la impresión de que se enriquecerán rápidamente. Yo les explico que en el mejor de los casos pueden conseguir un buen ingreso suplementario». Lamenta el que en muchos sitios, como en Creta , empezaron cultivos de caracoles (del caracol de jardín, helix aspersa ) y se abandonó enseguida debido a que, además de los problemas normales de un cultivo agrícola, las importaciones de caracoles baratos provenientes de Bulgaria y Turquia y los «listillos» que van recogiendo caracoles por el campo, los «engordan» luego en unas instalaciones precarias y los venden, complican todavía más la obtención de beneficios.

Costas Kutalis , un empleado del sector privado de Xanthi (en Tracia) comenzó el cultivo de caracoles en 2008 . La compañía que le vendió el método de cultivo le prometió que en 18 meses tendría una tonelada y media de caracoles por cada mil metros cuadrados. Pero las cosas no funcionaron. Modificó el sistema, escuchó los consejos de otras personas especializadas y ahora ha conseguido obtener 500 kilos por cada mil metros cuadrados, el mismo resultado que Dimitris Málkas. Éste comenta que a la hora de comercializarlo, « puedes vender entre 2 y 5 euros el kilo ». Pero todos los nuevos agricultores comentan lo mismo: se tiene que considerar una actividad auxiliar durante mucho tiempo antes de ser la fuente principal de ingresos de la familia. Y ésto es debido a que no existe bastante información fiable, los agricultores no tienen apoyo y muchas veces al convertirse en un cultivo «de moda» hay mas producción que demanda. Lo dice el agrónomo Thanasis Vasilikakis , que compara los caracoles con las granjas de avestruz : «hace diez años su cultivo se convirtió en moda, sobrepasó rápidamente la demanda y en este momento ya quedan poquísimas granjas».

El Secretario de la Unión Griega de Nuevos Agricultores Vasilis Kólias insiste en que el secreto es la información , buscar estudios sobre la producción que interesa, buscar quien lo hace en Grecia y ponerse en contacto. «Y empezar de forma experimental con una pequeña extensión de tierra o con pocos árboles. Y tener, o intentar tener, conocimiento de las posibilidades comerciales de cada producto».

El Estado griego ofreció el año pasado un programa de alquiler de tierra estatal para personas sin trabajo y jóvenes o nuevos agricultores, a través del Ministerio de Desarrollo Agrícola . Hasta los 35 años los nuevos agricultores obtienen la tierra (hasta diez mil metros cuadrados) por 25 años y quienes son mayores de 35, por 5 años renovables. El alquiler es modesto y el interés enorme. Los primeros 6.500 agricultores ya han firmado a comienzos de este año sus acuerdos con el Gobierno en la provincia de Xanthi , al norte del país y el 60 por ciento no tenía experiencia agrícola previa. Se espera que continúen los acuerdos en otras partes, como Kavala, también en el norte de Grecia aunque debido a los acontecimientos políticos todo se ha paralizado. Desde finales de marzo el aparato estatal está trabajando bajo mínimos y esperando un gobierno estable con nuevos ministros para seguir adelante con todos los proyectos anunciados desde hace meses.

El artido Ecologistas Verdes , que estuvo a punto de entrar en el Parlamento en mayo (le faltaron sólo 4.000 votos para conseguir el 3 por ciento nacional necesario) y espera conseguirlo en las elecciones de junio, tiene programas agrícolas gratuitos y expertos dispuestos a ayudar a quienes quieren abandonar la ciudad y volver al campo, porque en Grecia todos tienen algo de tierra familiar , en general sin cultivar los últimos años. Un mensaje de esperanza en un país desesperado.