El Gobierno concede la nacionalidad española a una disidente cubana

El miércoles pasado, recibió una llamada telefónica desde la Embajada de España en Cuba, la primera señal, en dos años, de que su petición de doble nacionalidad avanza. Según relataron a ABC fuentes de la familia de Martha Beatriz Roque, "es la primera vez" que ve que su trámite se agiliza: "La han llamado y le dijeron que habían revisado el caso y que ahora sólo les faltaba la partida de nacimiento literal". Hija de padre grancanario (de Gáldar) y de madre gomera (de Vallehermoso), le asiste el derecho a solicitar la doble nacionalidad.

"Ahora mismo, su salud está muy delicada y se encuentra sin dinero, por lo que estamos pensando en ayudarla desde aquí", afirman los familiares de esta economista a punto de cumplir 65 años, que ha visto seriamente debilitada su salud tras dos huelgas de hambre en las cárceles cubanas. El diagnóstico es extenso: diabetes (sin tratarse en este momento) y afecciones derivadas de ella en el riñón, trastornos neurológicos y oftalmológicos. Además, un infarto antiguo de miocardio que se reptitó en noviembre pasado, durante en su última huelga de hambre, como consecuencia del cual tiene un bloqueo de rama izquierda y otras cardiopatías. El infarto de miocardio se trata con aspirinas, que no tiene en estos momentos. A ello le suma alergias varias, displasia mamaria, trastornos gastrointestinales de la vesícula no estudiados y problemas estomatológicos. Todas estas dolencias fueron diagnosticadas por un médico cubano.

El cambio de actitud del régimen de los Castro se hizo explícito también estas semanas, poco antes de la respuesta del Gobierno de España. El 16 de marzo, un oficial del centro penitenciario de Occidente, más conocido como “Manto Negro” -donde la recluyeron por primera vez en 1997 tras la publicación del documento "La patria es de todos"- se presentó para comunicarle que debía personarse en la oficina de Medicina Legal con el fin de hacerse un chequeo médico. En este momento, Roque se encuentra vencida su "licencia extra penal", una figura legal cubana similar a una libertad condicional. Como respuesta, sólo les dijo que si la llevaban de nuevo a la cárcel volvería a iniciar una huelga de hambre. Tres días después, el viernes 19, recibió otra visita, de tres oficiales de la seguridad del Estado, que se presentaron con los nombres de Emérito, Mario y Antonio. No sólo le pidieron permiso para entrar en su casa -algo poco usual-, sino que le informaron de que habían estado en la prisión de Occidente para analizar la situación. Y que "el mando superior" había decidido asumir la responsabilidad por su licencia extra penal, pese a que se había vencido.