El Gobierno acepta el chantaje de Lula y los bolivarianos para salvar la cumbre

No obstante, Lobo viajará a la capital de España para participar en la cumbre UE-Centroamérica, que se desarrollará el día 19, y, en principio, será recibido por Su Majestad el Rey y por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.

Buena disposición

El presidente hondureño, que en la tarde del miércoles recibió en Tegucigalpa al secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, ya había dicho públicamente que, aunque se mantenía dispuesto a participar en la cumbre, a la vista de la oposición expresada por algunos países iberoamericanos, sometía el asunto a la consideración de las autoridades españolas.

España ha optado por tomarle la palabra a Lobo para salvar así la cumbre y evitar un nuevo fracaso durante su presidencia de la UE, después de que hubiera que cancelar la cita anunciada con Estados Unidos.

Ayer, el canciller hondureño, Mario Canahuati, declaró a la prensa que tomaron la decisión para «no perjudicar» al Gobierno español, del que considera que ha mostrado su amistad con Honduras.

Favorecer la reconciliación

El Gobierno de Lobo ha transmitido a las autoridades españolas que con la renuncia a acudir a la cumbre pretenden preservar la armonía entre los pueblos y favorecer la reconciliación a nivel nacional e internacional.

La contrapartida a esta actitud generosa de Lobo, especialmente valorada por España -que la ha calificado de «valiente»- es mantener su presencia en la Cumbre UE-Centroamérica, que debe celebrarse también en Madrid el día 19, al término de la de la UE y toda América Latina, y en la que España aspira a lograr un acuerdo de asociación entre europeos y centroamericanos. Aunque uno de los participantes en esa reunión será el nicaragüense Daniel Ortega, alineado con el eje bolivariano que no reconoce a Lobo como presidente de Honduras, no se esperan problemas, ya que ambos se reunieron en Tegucigalpa hace un mes.

Por su parte, el responsable de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, afirmó que el Gobierno no puede aceptar «chantajes» para excluir a países que han sido formalmente invitados.