Gibraltar vive el temido Brexit sin nada que celebrar

Gibraltar se despidió anoche de la UE con un acto muy protocolario y nada festivo. El ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, ya se encargó durante todo el día de asegurar que no había nada que celebrar.

A las doce de la madrugada, la bandera de la UE que ha ondeado en la Verja junto a la de Gibraltar y Reino Unido fue arriada con la interpretación del Himno de la UE en señal de respeto y afecto a Europa. A continuación, fue izada la de la Commonwealth al son del himno británico «Dios salve a la reina».

La jornada de ayer fue de calma tensa en el Peñón y en el Campo de Gibraltar. Aunque el periodo transitorio hará que en principio nada cambie hasta el próximo 1 de enero, los temores en este rincón de Andalucía, en el que viven más de 300.000 personas, no hacen sino aumentar a medida que transcurren los días. Además, nadie sabe qué ocurrirá cuando acabe dicho periodo transitorio. Todo dependerá de las negociaciones que se inicien ahora.

La fluidez en la Verja fue la habitual. Los casi 15.000 trabajadores del Campo de Gibraltar, cerca de 10.000 de los cuales viven en La Línea de la Concepción, acudieron ayer a sus puestos en la colonia británica con normalidad, aunque con mucha desinformación. La mayoría ignoraba si a partir de hoy necesitarán el pasaporte para entrar y salir del Peñón, cómo afectará el Brexit a su fiscalidad, a su asistencia sanitaria, a sus prestaciones o a su capacidad adquisitiva, y si podrán mantener sus empleos.

Estos trabajadores cobran sus salarios en libras y ya piensan en una posible devaluación o desplome de la moneda británica una vez culminado el divorcio de Reino Unido con la UE, lo que repercutirá y mucho en sus ya maltrechos bolsillos.

Y están cargados de razón. Desde que los británicos aprobaron el Brexit mediante un referéndum en 2016 –que en Gibraltar fue rechazado por el 96 por ciento de la población-, la libra se ha devaluado un 16 por ciento y existe mucho miedo a que esta caída vaya a más.

Según el alcalde de La Línea, ciudad que depende económica y laboralmente del Peñón, desde dicho referéndum , en este municipio gaditano han dejado de circular 18 millones de euros en los sectores comercial y hostelero, que tienen entre sus mejores clientes a los gibraltareños y a los trabajadores transfronterizos.

El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, intentó aplacar los ánimos y garantizó que los trabajadores españoles en el Peñón no van a perder sus empleos pese al Brexit, algo que puso en entredicho la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar, que aseguró ayer a ABC que ya se están produciendo despidos de españoles debido a esta salida.

Picardo afirmó que Gibraltar se asegurará de que no haya ningún obstáculo en la Verja, ya sean trabajadores transfronterizos , turistas o personas los que quieran acceder al Peñón a partir de hoy, y expresó su deseo de que sea algo recíproco, refiriéndose a España.

El ministro principal de Gibraltar no ocultaba ayer su decepción. Picardo, que se hizo viral por decir que si no había Brexit se cogería « una tajá como un piano » o que tenía reservadas unas cervezas si el divorcio no se consumaba, reconoció ayer que no había nada que celebrar, aunque se mostraba optimista con el futuro: «Reino Unido y Europa son un más débiles hoy. España es miembro de la UE y es nuestro vecino. Vamos a mirar el futuro de una manera muy positiva. Gibraltar siempre será parte de Europa, sea o no parte de la Unión Europea. Yo siempre me sentiré parte de Europa y europeo porque es el continente en el cual vivo», sentenció.

Los alcaldes del Campo de Gibraltar no ocultan su preocupación por los efectos del Brexit en una zona con una tasa de paro que ronda el 20 por ciento y una gran dependencia de la economía gibraltareña. Gibraltar supone el 25 por ciento del PIB de esta comarca de la provincia de Cádiz.