Francia teme la aparición de filiales terroristas islámicas chechenas, tras el ataque en París

Históricamente, durante la última década, la inmensa mayoría de los atentados terroristas perpetrados en París, Francia y otros países europeos, eran en cierta medida una «prolongación» de los conflictos de Oriente Medio.

Las guerras entre Israel y los palestinos, las guerras civiles entre palestinos, la proyección terrorista islámica de los conflictos en Irak, Siria, Afganistán y varios «escenarios» de África, han sido desde hace varias décadas el origen último de la inmensa mayoría de los atentados terroristas.

Siendo Francia una potencia militar muy activa en varios de esos escenarios de crisis, con una población de 5 a 6 millones de musulmanes , los suburbios de París y las grandes ciudades francesas, han sido y son un «polvorín» en permanente erupción, desde hace años.

El ataque criminal de la noche del sábado sugiere la emergencia de nuevos problemas .

El hombre que mató a otro e hirió a varios, la noche del sábado, en el corazón de París, entre la Ópera (Garnier), el barrio de la calle de Saint-Anne (famoso por sus clubs de alterne gay) y el barrio de los Grandes Bulevares, era un francés nacido en Chechenia en 1997 . Gritando «¡Alá es grande..!» cuanto asaltó a varios transeúntes, antes de ser abatido a tiros, el fanático asesino se «identificó» como musulmán checheno, cuya familia encontró refugio político en Francia.

Los jueces instructores del caso, por presunto crimen terrorista, han ordenado la detención preventiva de los padres del asesino muerto a tiros por la policía. Se sospecha en incierta medida en una posible célula o embrión de célula terrorista islámica de origen checheno.

La guerra entre el ejército ruso y las milicias chechenas, en el Cáucaso, precipita desde hace años, una diáspora que tiene muchos flecos criminales: bandas que trafican con seres humanos (no solo prostitución), mafias laborales y económicas… se descubre, ahora, que también existe una posible filial terrorista islámica, chechena, en Francia y quizá otros países europeos, no menos inquietante.