Bashar al Assad tiene 1.220 millones en paraísos fiscales

«Los millones de libras congeladas en las cuentas bancarias del Reino Unido son solo una fracción de la riqueza global estimada del régimen», asegura Iain Willis , jefe de investigación de Alaco, en una entrevista con el diario británico «The Guardian». «En términos de activos realizables, es probable que estén en la región entre 636 y 950 millones de libras esterlinas. Eso estaría en línea con el egipcio Mubarak o los Marcos de Filipinas», explica.

«No los poseen solamente el propio Assad, sino también miembros de la familia en sentido extenso, por primos segundos, tíos, compañeros de negocios y sus asesores. Estos fondos están problablemente en lugares como Rusia, tal vez Dubai, Líbano, Marruecos, incluso Hong Kong, pero los propios activos están probablemente por todo el mundo», asegura Willis.

En los últimos catorce meses, las autoridades británicas han congelado activos por valor de más de 100 millones de libras esterlinas pertenecientes a miembros del régimen sirio, en su mayoría efectivo mantenido en cuentas bancarias. Por su parte, Suiza ha bloqueado unos 50 millones de francos suizos. Tan solo en una cuenta, la fiscalía suiza ordenó la retención de unos 3 millones de euros pertenecientes al primo de Bashar Al Assad, Hafiz Majlouf , cuyo hermano, Rami, está considerado el hombre más rico de Siria. Sin embargo, Majlouf logró que se desbloquease esta cantidad, alegando que las transacciones alrededor de dicha cuenta databan de una fecha anterior a la imposición de las sanciones, el pasado mayo.

Además, se cree que los Assad y su entorno poseen entre el 60 y el 70 % de los activos del país. Antes de la revuelta contra el régimen, los diplomáticos acreditados en Siria solían escuchar numerosas diatribas contra la «avaricia sin límites» de los Assad y Majlouf por parte de muchos hombres de negocios sirios. Tras el ascenso al poder de Bashar, el presidente sirio inició una liberalización del sector económico que permitió el florecimiento de una nueva clase empresarial. Sin embargo, era frecuente la queja de que «ningún negocio es demasiado pequeño» para que estos dirigentes se abstuviesen de exigir una comisión, lo que creó un importante malestar contra los Assad entre muchos empresarios, tal y como pudo constatar ABC en un viaje a Damasco el pasado diciembre.

Un resentimiento que no ha hecho más que crecer ante el empeoramiento de la situación económica, al tiempo que se hacían públicos los excesos de la familia del presidente. Por ejempo, hace una semana se supo que Asma, la esposa del presidente, se había gastado la friolera de 3 00.000 euros en muebles de lujo mientras el país se sumía en la guerra civil.