Fort Hood, una tragedia evitable
Los servicios de inteligencia de EE.UU. conocían los mensajes de Hasan a un clérigo radical en Yemen, pero concluyeron que no suponía «ninguna amenaza». Además, el psiquiatra había pedido objeción de conciencia para los soldados musulmanes, en lugar de enviarlos a luchar contra sus hermanos
Las agencias de inteligencia estadounidenses interceptaron comunicaciones entre el psiquiatra militar que mató a 13 personas la semana pasada en Fort Hood (Texas) y un clérigo radical en Yemen , conocido por sus incendiarios mensajes antiamericanos.
Aun así, las autoridades federales decidieron no continuar ... con la investigación tras concluir que los mensajes de Nidal Malik Hasan (enviados el año pasado y éste) no suponían ninguna amenaza .
Las entre 10 y 20 comunicaciones de Hasan con Anwar al-Awlaki , que fue líder espiritual de una mezquita en Virginia a la que acudía el soldado, indican que el problemático psiquiatra llamó la atención de los agentes mucho antes del tiroteo en Fort Hood, pero finalmente no hicieron nada por apartarlo de su puesto.
Mandos militares y de la lucha contra el terrorismo reconocieron ayer que interceptaron las primeras comunicaciones entre ambos el pasado diciembre, relacionados con un proyecto de investigación sobre estrés postraumático realizado por el psiquiatra, entonces en el Walter Reed Army Medical Center de Washington.
“No había ninguna indicación de que Hasan estuviera planeando un ataque”, afirma a " The New York Times " uno de los investigadores que trabaja en el caso, añadiendo que los departamentos de Justicia y Defensa han decidido que sea juzgado por un tribunal militar, convencidos de que actuó solo. Por otro lado, y según publica " The Washington Post ", el asesino de Fort Hood advirtió hace un año y medio a sus colegas psiquiatras que, para evitar "acontecimientos adversos", tendrían que permitir que los soldados musulmanes salieran del ejército como objetores de conciencia, en lugar de enviarlos a luchar contra otros musulmanes.
Fue en junio de 2007, durante una presentación que servía como ejercicio final a su residencia en el Walter Reed Army Medical Center. Hasan se puso delante de sus superiores y unos 25 miembros del equipo psiquiátrico. Y les habló del Islam, de los terroristas suicidas y de las amenazas a las que podrían enfrentarse por parte de los soldados musulmanes en conflicto por ir a la guerra contra sus "hermanos" en Irak y Afganistán. Según una copia de la presentación obtenida por el "Washington Post", Hasan subrayó: "cada vez es más difícil para los soldados musulmanes justificar moralmente el hecho de pertenecer a un ejército constantemente empeñado en luchar contra sus hermanos".
Ante sus palabras, uno de los colegas presentes aquel miércoles afirma que "fue realmente extraño" y que "sus superiores parecían muy enfadados al final de la presentación".
Ahora el Congreso determinará por qué el FBI y el ejército detuvieron sus pesquisas sobre los mensajes del psiquiatra a Awlaki. El republicano Peter Hoekstra, del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, ya ha solicitado todos los documentos sobre Hasan.
Ayer, Awlaki aplaudió la actuación del psiquiatra soldado en su web, asegurando que "hizo lo que debía" atacando a los militares a punto de partir hacia Irak y Afganistán.
Hasan, disparado por un policía durante el tiroteo, está ingresado en el Brooke Army Medical Center de San Antonio y ya puede hablar, aunque el domingo se negó a responder a las preguntas del FBI. “Está grave pero estable”, apunta la portavoz del hospital, Maria Gallegos.
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