Fernández de Kirchner no acudirá a la investidura de Macri este jueves

«Entre esto y un golpe de Estado no hay mucha diferencia », declaró Parrilli. Hombre de confianza de Cristina Fernández y jefe del servicio secreto, se refería al dictamen del fiscal Jorge Di Lello que aceptó una medida cautelar de Mauricio Macri y su vicepresidenta electa, Gabriela Michetti, para que determinara que el mandato de Cristina Fernández termina el primer minuto del 10 de diciembre.

La «fórmula» electa había recurrido a la justicia después de que la Presidenta rechazara seguir el protocolo habitual de los actos de investidura. No obstante, la última palabra, sobre el recurso, la tenía –y la tiene- la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría.

En la misma intervención Parrilli reconoció que su comparación con un golpe de Estado era «un poco exagerada pero también es exagerado todo esto». Asimismo, añadió que la «intención» de la presidenta, «no es entorpecer ni menoscabar el acto. No están dadas las condiciones… Damos por terminado este debate», dijo antes de advertir, según él, que «no habrá presidente durante doce horas». En rigor esto es falso, la abogada Marta Nercellas, observa que «para que existiera acefalía la presidenta debería presentar su renuncia previamente. Además, un dictamen de un fiscal es una opinión, una sugerencia que puede ser aceptada o no por el juez que es el que tiene decidir. Por último, si, como algunos constitucionaleslistas apuntan, su periodo presidencial vence a las cero horas del día 10, es porque las facultades del Ejecutivo pasan o se derivan a la Asamblea Legislativa. Hay una regla automática de sucesión.»