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La falta de gobierno debilita a un Netanyahu cercado por la corrupción

El fiscal general de Israel decidirá si imputa al primer ministro en octubre

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu AFP
Mikel Ayestaran

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«Aunque anoche tuvimos un pequeño incidente , no nos va a detener», con estas palabras recibió Benjamin Netanyahu a Jared Kushner en el encuentro que mantuvo con los enviados de Donald Trump unas horas después de fracasar en su intento de formar gobierno ... y apostar por ir a unas nuevas elecciones. El primer ministro israelí ahogó sus penas domésticas con el yerno de Trump y su enviado especial a Oriente Medio, Jason Greenblatt, en una reunión centrada en el foro de Baréin, en el que Estados Unidos presentará la parte económica de su propuesta de paz. Esta conferencia se enmarca dentro del «plan del siglo» que Trump pensaba presentar a palestinos e israelíes tras la formación de gobierno y finalizado el ramadán, pero que ahora queda en el aire en este Israel que tendrá que volver a las urnas el 17 de septiembre. Un plan que nace muerto porque la Casa Blanca lo ha elaborado a espaldas de unos palestinos que se sienten humillados por Trump. «Deberán volver a las urnas. Eso está muy mal», lamentó el presidente estadounidense ante los periodistas en los jardines de la Casa Blanca y aprovechó para recordar que el primer ministro: «Es un gran tipo».

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