Alejandra Suárez, la española que desafía a Putin en el nombre del padre
La hija de Trigon, un espía ruso de la CIA clave en la Guerra Fría, se enfrenta a la amenaza del Kremlin por reivindicar la memoria de su padre frente a la ‘verdad oficial’
Su historia supera a la ficción

Al mismo tiempo que redoblaba su desafío permanente a Europa, Putin emprendía también una cruzada implacable para, en sus propias palabras, «purificar Rusia de escoria y traidores». Una misión para perpetuar su poder y salvaguardar su visión de la historia de Rusia. Sin perdón ni ... olvido. Ni margen para ningún tipo de cuestionamiento. «Putin siempre dice que los traidores acaban mal y terminan pagándolo» , sentencia la española Alejandra Suárez Barcala. hija del espía Trigon, de nombre Alexander Ogorodnik , un agente ruso que trabajó para EE.UU. No habla de oídas. Reivindicar la memoria de su padre la ha colocado en la diana de los servicios secretos rusos. «Hace un tiempo me escribió mi prima rusa. Estuvimos un mes intercambiando información, pero me di cuenta de que las cosas que me contaba eran contradictorias. Después la CIA confirmó que los correos eran en realidad de un oficial de la FSB, que es la nueva KGB», explica Suárez.

Trigon fue una figura fundamental en la historia de la Guerra Fría. Como reconoció James Olson, antiguo jefe de contrainteligencia de la CIA , «sus informes llegaban directamente al escritorio del presidente de EE.UU. y al del secretario de Estado, Henry Kissinger. Por primera vez tuvimos a un agente en una posición clave en Moscú ». Sus filtraciones fueron esenciales para los acuerdos SALT II , que limitaban los misiles nucleares intercontinentales que podían usar ambas potencias.

Una historia que supera la ficción y que su hija recuperó en el libro ‘Nombre en clave: Trigon’. Ogorodnik nació en 1939 en Sebastopol (Crimea) . Tras graduarse en la Academia Naval, un problema de visión le obligó a cambiar esa carrera por las relaciones internacionales. Cuando fue enviado como funcionario a la embajada de la URSS en Colombia dos hechos cambiaron su vida:inició una relación con la española Pilar Suárez Barcala , de la que nació Alejandra, y fue reclutado por la CIA, en 1973.
La agencia norteamericana lo entrenó en el uso de una cámara en miniatura y en criptografía. De vuelta a Moscú, su contacto sería Marta Peterson, la primera agente de la CIA a la URSS, y autora del libro ‘The Widow Spy’ . Fue ella la que entregó a Trigon la cápsula de cianuro camuflada en un bolígrafo con la que el espía, tras ser descubierto, se suicidó en un interrogatorio, en 1977. No se supo quién delató a Ogorodnik hasta que en 1984 detuvieron a un traductor de la CIA, Karl Koecher, que trabajaba para la KGB y cuya biografía guarda evidentes similitudes con el argumento de la película «El puente de los espías».
En el nombre del padre, Alejandra Suárez no ha dejado de intentar restituir la figura de Trigon frente a la verdad oficial del Kremlin. En las memorias que fue escribiendo, el espía ya reflejaba su creencia de que la URSS estaba quebrándose: «Según la historia oficial soviética, entramos en Polonia no como conquistadores, sino como libertadores de nuestros hermanos ucranianos y bielorrusos. Y el ciudadano soviético debía recibir estas noticias como los perros de Pavlov, a los que se les podía inducir a reaccionar como si lo blanco fuera negro y lo negro, blanco».
La idea de recuperar ahora estas memorias en un libro ha puesto a Alejanndra Suárez, que vive en Tenerife y nunca ha pisado suelo ruso, en el foco de la inteligencia de Putin. «Me impiden contactar con mi familia de allí. Y un ex agente de los servicios secretos rusos me advirtió que no debo viajar a Moscú , porque las autoridades rusas me tienen bajo su radar», asegura. Pero el poder de la convicción se impone al yugo de la amenaza: «Soy la prueba viviente de que la historia dada por el Kremlin al pueblo es falsa. Y pese a todo, algún día iré a Rusia», concluye.
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