Un escándalo sexual irrumpe en la campaña de Macron para las elecciones legislativas francesas

A once días de la primera vuelta de unas elecciones legislativas que van a confirmar una transformación política muy profunda del paisaje político francés, las denuncias de acoso sexual y moral se ha convertido en un tema electoral dominante.

Taha Bouhafs (25 años), una figura política de la extrema izquierda populista , se vio forzado a renunciar a ambición a ser elegido diputado, tras las revelaciones de varias compañeras de partido, La Francia Insumisa (LFI) , el partido de Jean-Luc Mélenchon , acusándolo con pelos y señales de «comportamientos inapropiados».

Semanas más tarde, Damien Abad , ministro de las Solidaridades, incapacitado parcial, fue denunciado por un grupúsculo de feministas radicales, acusándolo de acoso y violencias sexuales, «hace años». Abad es víctima víctima de una enfermedad rara: la artogriposis, que limita el funcionamiento normal de las articulaciones de manos, brazos y piernas. La fiscalía del Estado inició una primera indagación, desestimando, de momento, las acusaciones contra el ministro, víctima de una campaña agresiva y permanente.

Tras los casos de Bouhafs y Abad, una exministra de Justicia, de Nicolas Sarkozy, hija de emigrantes magrebíes, Rachida Dati, entra en escena pidiendo a la fiscalía del Estado la apertura de una instrucción penal contra Gilles Le Gendre, macroniano de cierto trapío político.

Dati es alcaldesa del distrito VII de París, un distrito ultra acomodado, y una de las figuras más eminentes de Los Republicados (LR, derecha tradicional). Le Gendre, por su parte, forma parte de la «guardia pretoriana» de Emmanuel Macron. Ha sido presidente del grupo parlamentario macroniano en la Asamblea Nacional (AN). Y aspira a ser reelegido diputado para confirmar un puesto de primer plano en la política presidencial.

Le Gendre ha reaccionado a las acusaciones de Dati diciéndose víctima de una «odiosa campaña electoral». Sea cual sea la decisión que tome la Fiscalía del Estado, el nuevo escándalo parece llamado a prolongarse indefinidamente.

Rachida Dati lidera la oposición conservadora contra la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y es partidaria de una oposición "constructiva" contra Emmanuel Macron, desde las posiciones de la derecha tradicional. Sus acusaciones de acoso moral y sexual contra una figura eminente de la 'macronía' confirman el carácter envenenado del arma política arrojadiza de la violencia sexual, presumida o real.