Erdogan afirma que los europeos «no caminarán seguros» si la actitud actual continúa

El mandatario turco insiste en su retórica contra los países europeos, especialmente Holanda y Alemania , a los que repetidamente ha calificado de «nazis» durante los últimos días. Desde Ankara se incide en la prohibición a dos ministros para acudir a un acto electoral y a la violenta carga de la policía holandesa contra manifestantes pacíficos turcos para denunciar un supuesto «racismo» o «islamofobia» de los gobiernos europeos.

«Me refiero a los europeos que nos apuntan con el dedo: Turquía no es un país al que se pueda estafar. No es un país con el que se pueda jugar con su honor , expulsar a sus ministros o empujar a sus ciudadanos en las calles», ha añadido.

Asimismo, Erdogan también ha pedido a la Unión Europea que «respete la democracia, los derechos humanos y la libertad». Turquía, mientras, mantiene al menos a 149 reporteros en la cárcel , por lo que se ha convertido en la «mayor cárcel del mundo para periodistas», según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras.

Precisamente a este asunto también se refirió el presidente turco durante su encuentro con periodistas locales. «Hace poco hemos recibido una lista de 149 personas detenidas. Nuestros amigos han mirado la lista y han encontrado que 144 de ellos están acusados de terrorismo y otros cuatro de crímenes comunes . ¿Qué tienen que ver con el periodismo para que hagáis una lista y la mandéis a nuestro país?».

Y aunque la suma de la explicación de Erdogan ni siquiera sumaba la cifra de 149 que él mismo daba, el veredicto del mandatario estaba claro: «Son todos ladrones, abusadores de niños, terroristas».

Turquía se encamina hacia el referéndum que el 16 de abril determinará si el país modifica la Constitución para ampliar los poderes ejecutivos y la influencia sobre la judicatura del actual presidente. El gobernante AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), cofundado por el propio Erdogan, ha anunciado que cancela su campaña en Holanda, una decisión que podría ayudar a la mejora de las relaciones con los vecinos europeos. Sin embargo, en casa, Erdogan continúa con la retórica incendiaria.