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ENTREVISTA

«Mis hombres no son de Al Qaida, pero no respondo de los que no conozco»

Abdul Hakim Belhadj, actual jefe militar de Trípoli y ex emir del Grupo Islámico Libio de Lucha, tomó al asalto el búnker de Gadafi en Trípoli al mando de mil yihadistas. Según la CIA, en su juventud estuvo vinculado a Al Qaida

«Mis hombres no son de Al Qaida, pero no respondo de los que no conozco» MIKEL AYESTARAN

mikel ayestarán

La base aérea de Mitiga, en plena capital libia, alberga el cuartel general de los militares rebeldes en Trípoli. En la segunda planta de este recinto frecuentado por aviones americanos durante los sesenta trabaja Abdul Hakim Belhadj (Trípoli, 1966) , el recién nombrado comandante ... de Trípoli. Su pasado como emir del Grupo Islámico Libio de Lucha (LIFG, por sus siglas en inglés), los viajes a Afganistán para combatir en la yihad, la posterior detención por parte de la CIA y sus seis años en la prisión de Abu Salim bajo la acusación de estar vinculado a Al Qaida han encendido las alarmas en Occidente. Recibe a este medio en su pequeño despacho para «dejar muy claro que no tengo nada que ver con Al Qaida». Su trabajo no es sencillo, Belhadj trata de coordinar el trabajo de las distintas milicias que llegaron de toda Libia para la toma de la capital. Su unidad, la «Brigada 17 de febrero», con base en Nalut, fue la encargada de tomar Bab al Aziziya, el auténtico símbolo del régimen que cayó en apenas 48 horas.

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