El funeral de George Floyd: «Ya es hora de que nos quiten la rodilla del cuello»
El reverendo Al Sharpton anuncia durante el acto una marcha multitudinaria en Washington el próximo 28 de agosto, en el 57 aniversario de la que organizó Martin Luther King
La tensión y los disturbios violentos que han dominado las grandes ciudades de EE.UU. en los últimos días por la muerte de George Floyd han dado paso al recogimiento y el recuerdo de la última víctima de los abusos policiales contra la minoría negra. Este jueves, un funeral celebrado en Mineápolis -la ciudad donde murió- reunió a parte de la familia de Floyd, amigos y autoridades en torno a su figura.
El panegírico corrió a cargo del reverendo Al Sharpton , presidente de la National Action Network y uno de los líderes de los movimientos de derechos civiles. «La razón por la que nunca pudimos ser lo que quisimos o soñamos ser es porque dejasteis vuestra rodilla en nuestro cuello», dijo Sharpton en una referencia al racismo estructural que pervive en EE.UU. y a la forma en la que murió Floyd. La víctima fue asfixiado por un agente durante casi ocho minutos, cuando estaba boca abajo, esposado y sujeto por otros dos policías. «Ya es hora de que nos levantemos en nombre de George y digamos “sacad vuestra rodilla de nuestro cuello”».
Entre los invitados estaban el gobernador de Minnesota, Tim Walz , que esta semana anunció la apertura de una investigación sobre derechos humanos para determinar si hay un «racismo sistémico» en las prácticas policiales del estado, y el alcalde de Mineápolis, Jacob Frey , que se hincó de rodillas ante el féretro de Floyd y dio apariencia de llorar. También asistieron celebridades, como el actor Kevin Hart .
Lucha «por la justicia criminal y policial
«En otra época, luchamos contra la esclavitud. En otra época, contra las regulaciones Jim Crow . En otra, tuvimos que ocuparnos del derecho al voto», dijo Sharpton. «Ahora es la época de luchar por la justicia criminal y policial», añadió, en el mismo acto en el que anunció una marcha multitudinaria en Washington el próximo 28 de agosto.
La manifestación será en el 57º aniversario de la gran marcha organizada por Martin Luther King a la capital del país, pero tendrá un efecto colateral: quitará protagonismo a la convención republicana, que está prevista que acabe en la víspera.
Los familiares de Floyd recordaron su figura, las dificultades económicas en las que se crió, pero también el cariño que labró a su alrededor. Fue una ceremonia íntima, limitada por las restricciones del coronavirus, en un edificio de la universidad North Central. Fuera, en la calle, cientos de personas siguieron el funeral en recogimiento por altavoces.
Casi al mismo tiempo, otro memorial por Floyd tomó las calles de Brooklyn, en Nueva York. Hasta allá fue Terrence Floyd , hermano de la víctima. Aseguró estar «orgulloso de las protestas» que siguieron a la tragedia, «pero no de la destrucción. Mi hermano no era así».
El memorial fue seguido de una gran manifestación que cruzó el puente de Brooklyn en dirección a Manhattan y que por la tarde se unió a otras marchas que serpenteaban por las calles de la ciudad. Los manifestantes, de forma pacífica y en tono a veces festivo, desafiaron el toque de queda de las autoridades hasta entrada la noche.
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