Sarkozy, Francia nacional; Hollande, Francia multicultural

En Toulouse, el presidente candidato que defiende las raíces históricas de la Nación (con mayúscula), “que no pueden diluirse en la mundialización”. Volviendo a la carga contra con el “modelo” español: “Me gustaría saber si Hollande piensa seguir en Francia la misma política que ha tenido tanto éxito en España...”. Tras la alusión a la herencia Zapatero, Sarkozy avanzó dos “contra modelos” deportivos: “Como ciclista aficionado, me hubiera gustado ser Miguel indurain”. Y, a continuación, aludiendo a un famoso tenista francés que apoya a Hollande, Sarkozy sentenció: “Para dar gusto a Yannick Noah, prefiero Nadal a Federer...”.

En París, en el estado cubierto de Bercy, donde se celebra el Torneo de tenis de París, François Hollande avanzó su modelo de Francia “diversa” en estos términos: “Un presidente socialista debe ser un presidente de todos los franceses, más allá de todas las izquierdas. Un patriota defiende un modelo de patria que va más allá del nacionalismo estrecho. Y en esa patria todos tenemos cabida, sea cual sea nuestro origen y nuestras convicciones íntimas”.

Tras esas sutilezas verbales, Sarkozy y Hollande se dirigen a sectores sociales muy específicos. Campeón del nacionalismo francés, el presidente candidato se dirige a todas las derechas, del centro a la extrema derecha, con una dosificación significativa del mensaje nacionalista. Cuando Sarkozy declara... “El crecimiento económico comienza con el rigor presupuestario...” se está dirigiendo a los electores de centro y derecha, muy preocupados por el angustioso peso de la deuda pública y el deterioro de las finanzas públicas.

Cuando Sarkozy insiste: “Europa ha dejado diluirse las naciones... debemos restaurar nuestras fronteras, que son el fruto de muchos siglos de civilización...” se está dirigiendo a los electores de extrema derecha.

Hollande practica la misma “pesca” en las aguas de los más distintos electorados. Cuando el candidato socialista declara... “Debemos unirnos con todos aquellos que piden una moralización de la vida política..” se dirige a los electores centristas, que tienen esa preocupación básica. Cuando Hollande dice... “El patriotismo es una causa que va más allá de nosotros mismos..” está haciendo un guiño verbal a los electores de Marine Le Pen , que ha consagrado su campaña de la primera vuelta a glosar el patriotismo en muy diversos tonos. Los últimos sondeos siguen anunciado la victoria de Hollande, el domingo día 6, por 55 contra 45.