El efecto «boomerang»
El jaque mate que pretenden jugar los grupos gay en California, con la ayuda del juez federal Vaughn Walker, tiene sus riesgos. Si el caso por presunta discriminación llega al Tribunal Supremo de Estados Unidos -se da por descontado que ganará en San Francisco- y ... vence en esa instancia, el matrimonio entre homosexuales pasaría de la noche a la mañana a ser legal en todo el país, con los mismos derechos que el institucional. Si pierde en el máximo tribunal, sería no sólo vetado en California sino también en los cinco estados que han aprobado el matrimonio gay en los últimos años: Iowa, Conneticut, Massachussets, Vermont y New Hampshire.
La apuesta es tan fuerte que muchos de los defensores de los derechos para los homosexuales han calificado esta iniciativa de San Francisco de "loca e imprudente" porque "pone en peligro lo logrado con esfuerzo en otros territorios".
Pero el poderoso lobby homosexual californiano quiere revancha. Después de situarse en la "vanguardia de los matrimonios homosexuales", con decenas de miles de ceremonias, el movimiento gay vio cómo el referéndum de noviembre de 2008 y su Proposición 8 anulaba por la fuerza del voto popular la decisión del Tribunal Supremo californiano a favor de las bodas gay.
El resultado del referéndum de 2008 enterró más de un tópico sobre las convicciones morales de los californianos y sobre el presunto carácter imbatible de la causa gay en Estados Unidos. Ni siquiera el presidente Obama, partidario del aborto, apoya el movimiento a favor del matrimonio homosexual, aunque respalde algún tipo de unión con vínculos legales que no satisface a los activistas.
El movimiento para conceder a las parejas gay los mismos derechos del matrimonio entre un hombre y una mujer comenzó a principios de los años 70. En los años 90 se hizo un hueco en la agenda de los partidos y candidatos, pero en 1996 la "Defense of Marriage Act" aprobada por el Congreso supuso un varapalo importante para el "lobby gay".
El presidente Bush lanzó entonces la iniciativa a favor de una enmienda a la Constitución de Estados Unidos, con la definición del matrimonio como "vínculo entre un hombre y una mujer", pero la oposición demócrata la frenó repetidas veces. En poco más de un año, varios Estados controlados por el partido de Obama en la costa este han logrado legalizar el "matrimonio gay", que sigue siendo no obstante ilegal en más de cuarenta estados de EE.UU.
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