EE.UU. y otros países se «comprometen» a presionar a los talibanes para que sigan dejando salir a afganos
Los islamistas han dado «garantías» de que todos aquellos con «autorización para viajar por parte de nuestros países» podrán hacerlo
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Quedan apenas dos días para que el último avión militar de EE.UU. salga de Kabul y es un hecho que decenas de miles de afganos que colaboraron con EE.UU., otros que están en riesgo y sus familias se quedarán en el país, con la ... amenaza de los talibanes en el poder.
Ayer, los gobiernos de un centenar de países, liderados por EE.UU. y con la presencia de España, firmaron un comunicado conjunto en el que aseguran estar «comprometidos a asegurar» que esos afganos, además de los nacionales de sus países que puedan seguir en Afganistán, «puedan viajar con libertad a destinos» fuera del país.
La realidad es que ese compromiso está en manos de los talibanes , que controlan la práctica totalidad de Afganistán desde hace dos semanas y que desde un principio han asegurado que darán «vía libre» a quiene quieran salir del país. Eso contrasta con informaciones de represalias por parte de talibanes a enemigos políticos y búsquedas casa por casa.
Según los firmantes, los talibanes han dado «garantías» de que todos aquellos con «autorización para viajar por parte de nuestros países» podrán hacerlo y que seguirán «emitiendo documentación de viaje» para afganos.
Todo ese proceso está en duda. No está claro quién y cómo se operará en el aeropuerto de Kabul -los talibanes han mantenido conversaciones con Turquía y Qatar para hacerlo-, qué tipo de controles habrá para acceder a él y cómo podrán acceder a sus permisos de viajes los afganos que deseen hacerlo.
Sin representación diplomática
EE.UU., por ejemplo, a la vez que se compromete a facilitar el viaje ha confirmado que no habrá representación diplomática en Afganistán a partir del martes, el día en el que se cierra el plazo para la salida de sus tropas. Lo aseguró ayer en una entrevista con la cadena ABC News el secretario de Estado, Antony Blinken , que reiteró que no hará presencia diplomática de EE.UU. en Afganistán y que solo se recuperará «en las próximas semanas o meses» en función del comportamiento de los talibanes.
EE.UU. ha insistido en que continuará la tarea de evacuación hasta el último momento, aunque esta ha bajado mucho el ritmo, con los aviones militares también dedicados al repliegue del contingente 5.800 soldados que destinó la Administración Biden para la salida de Afganistán.
Trece de esos militares fallecieron en el atentado terrorista del pasado jueves en Kabul y ayer el presidente de EE.UU., Joe Biden, se acercó a la base aérea de Dover, en Delaware , para recibir sus féretros. Biden estuvo acompañado de Blinken, además del secretario de Defensa, Lloyd Austin; el jefe del Estado Mayor, el general Mark Milley; y la primera dama, Jill Biden.
Biden observó el traslado de los féretros, cubiertos con la bandera de EE.UU., con la mano sobre el corazón. Once de ellos pertenecían al Cuerpo de Marines, uno de la Armada y otro del Ejército de ierra. Era la primera vez que Biden presenciaba la llegada de estadounidenses fallecidos en misión militar. Antes del traslado, Biden tuvo un encuentro con familiares de los militares muertos.