EE.UU. interrumpe el diálogo con los talibanes por cerrar las escuelas a las niñas

Una decisión que ha provocado el rechazo y la denuncia de la comunidad internacional, incluyendo el Gobierno de EE.UU., que horas antes de las manifestaciones en la capital afgana rompía de manera abrupta las conversaciones que estaba manteniendo con los talibanes en Doha, en las que se iban a abordar cuestiones económicas clave.

«Su decisión [prohibir estudiar a las niñas] fue un retroceso profundamente decepcionante e inexplicable de los compromisos con el pueblo afgano, en primer lugar, y también con la comunidad internacional», dijo a Reuters un portavoz del Departamento de EE.UU. «Hemos cancelado algunos de nuestros compromisos, incluidas las reuniones previstas en Doha, y hemos dejado claro que vemos esta decisión como un posible punto de inflexión en nuestro compromiso».

Las conversaciones, en las que estaba previsto que participaran representantes de la ONU y el Banco Mundial, iban a abordar temas como la independencia del Banco Central afgano y la impresión de billetes afganos.

Después de anunciar que podrían volver a las escuelas el miércoles, tras meses cerradas, el mismo miércoles el Gobierno talibán se retractó en el último momento, obligando a las niñas a abandonar las aulas. «Todas las escuelas que den clases a niñas en cursos superiores a sexto son informadas de que las escuelas secundarias y los institutos quedan suspendidos hasta nuevo aviso », rezaba un comunicado emitido por el Gobierno, recogido por la agencia oficial Bajtar News.

«Las escuelas reabrirán cuando la cúpula del emirato islámico de Afganistán adopte una decisión sobre el uniforme de las estudiantes. El uniforme irá en línea con la ‘sharia’ y con la tradición afgana», justificaba un Gobierno que, tras tomar el poder el pasado 15 de agosto, intentó transmitir una imagen de moderación y distanciarse del mandato integrista que ejerció entre 1996 y 2001, en el que violó todos los derechos de las mujeres y de las niñas.

«Nos reunimos hoy para expresar este dolor compartido y no permitir que una generación se vea privada de la educación», volvían a reclamar ayer mujeres y niñas en Kabul.