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Diccionario rápido del laberinto del Brexit

El miedo económico por perder un mercado de 500 millones y el nacionalismo y el rechazo a los inmigrantes, claves de las campañas «In» y «Out»

De izquierda a derecha, Johnson, Cameron y Farage AFP

LUIS VENTOSO

ANTECEDENTES

Los ingleses no siempre fueron tan euroescépticos. En 1961 llamaron por primera vez a la puerta del Mercado Común, pero el altivo general De Gaulle los vetó varias veces. Ingresaron por fin en 1973 y dos años después aprobaron en referéndum ... continuar dentro, con un 67% de apoyo. El Partido Conservador pidió entonces el “sí”. En los noventa, las épicas peleas presupuestarias de Thatcher con Bruselas siembran las primeras semillas antieuropeas en la familia tory, que brotan frondosas cuando su sucesor John Major firma el tratado de Maastricht en 1992. La herida euroescéptica siguió abierta desde entonces en el partido. Cameron quiso cerrarla definitivamente con la consulta y, sobre todo, buscó proteger su flanco electoral derecho ante la crecida de UKIP , partido eurófobo y casi xenófobo que cala en las clases populares inglesas.

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