Despiden a altos cargos de Defensa en Bielorrusia tras la «broma de los ositos de peluche»
Lukashenko les acusa de «incumplimiento del deber» por permitir que la avioneta accediera a su espacio aéreo
Despiden a altos cargos de Defensa en Bielorrusia tras la «broma de los ositos de peluche»
Presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenko ha despedido a dos generales y ha expedientado a varios funcionarios y altos mandos del departamento de Seguridad por permitir, el pasado martes, que una avioneta entrase en el espacio aéreo del país para lanzar desde el ... aire ositos de peluche con mensajes de protesta contra las violaciones de las libertades.
En un primer momento los funcionarios de la Fuerza Aérea de Bielorrusia habían negado las informaciones publicadas en los medios de comunicación, según los una avioneta estaba volando sobre la Lituania y tras entrar ilegalmente en espacio aéreo de Bielorrusia dejaron caer los «ositos» con mensajes en los que pedían el respeto de las libertades civiles y los derechos humanos en el país.
Las autoridades bielorrusas finalmente a brieron una investigación sobre el incidente, tras difundirse a través de Internet imágenes con los aviones volando sobre el país.
Lukashenko, quien había prometido castigar a los funcionarios responsables de permitir que loas avionetas entrasen en su espacio aéreo, ha destituido finalmente al jefe nacional de Control de Fronteras y al c omandante en jefe de las Fuerzas Aéreas . Según Lukashenko «el jefe de la Comisión Nacional del control en la frontera, el general Igor Rachkovski y el comandante de la fuerza aérea, mayor general Dmitry Pakhmelkin han sido despedidos de sus cargos por incumplimiento del deber ».
El presidente de Bielorrusia también ha advertido oficialmente a cinco otros altos funcionarios, incluyendo al ministro de Defensa Yury Zhadobin, al jefe del Consejo de seguridad Leonid Maltsev y al jefe de los servicios de seguridad de la KGB Vadim Zaitsev.
La suelta de «ositos de peluche» fue organizada por una agencia de publicidad sueca . Sus responsables, Thomas Mazetti y Hannah Frey, han declarado que con esta acción pretendían «mostrar su apoyo a los activistas de derechos humanos bielorrusos y avergonzar al ejército del país, un pilar del poder de Lukashenko».
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