El desencanto domina Italia a los diez años de «Manos Limpias»
El 17 de febrero de 1992, el arresto por extorsión de un socialista milanés marcaba el nacimiento de «Manos Limpias» y el ocaso de todo un sistema político basado en el soborno a los partidos gobernantes. El escándalo de «Tangentopoli» («Sobornópolis») dio la puntilla a ... la Democracia Cristiana y al PSI de Bettino Craxi, creando un enorme vacío de poder que terminaría llenando Forza Italia en 1994.
El magistrado Antonio di Pietro no sabía entonces que al grabar «in fraganti» mediante una estilográfica radiotransmisora la entrega de 14 millones de liras comenzaba a tirar de un hilo que arrastraría a todos los personajes de los dos principales partidos en el Gobierno, la DC y el Partido Socialista, y sus dos aliados menores, el Partido Socialdemócrata y el Partido Liberal. En los primeros cien días fueron arrestados cientos de empresarios y políticos con gran apoyo popular, pero el ambiente comenzó a enrarecerse en septiembre de 1992 con el primero de varios suicidios de acusados.
En los primeros dos años, los magistrados pidieron el levantamiento de la inmunidad de 619 parlamentarios y lo lograron en 321 casos. «Manos Limpias» era una escoba que barría políticos corruptos y empresarios que alimentaban la DC y el PSI. Al principio, Bettino Craxi lo negó muy ofendido, pero el 3 de julio de 1992 pidió la palabra en la Cámara y puso las cartas sobre la mesa acusando a todo el sistema político: «Todos lo sabían y todos callaban. ¿Quién puede tirar la primera piedra?».
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