Una descoordinación judicial dejó en libertad cuatro semanas al presunto asesino de Madeleine McCann

El 22 de junio de 2017, por medio de una orden internacional de detención emitida en agosto de 2016, Brückner fue extraditado desde Portugal y llegó a Alemania para ser juzgado en Braunschweig por abuso de niños y tráfico de pornografía infantil. El 27 de septiembre de 2017 fue condenado en segunda instancia a 15 meses de prisión en Wolfenbüttel, Baja Sajonia, por abuso de niños y posesión de pornografía infantil, y tuvo que ser liberado, pese a que tenía pendiente otra sentencia de prisión por un delito de drogas de la Justicia de Schleswig-Holstein.

Aunque en ese momento su nombre figuraba ya en diversas causas por los más escabrosos delitos y sin que haya sido posible explicar si fue la Policía portuguesa la que no envió a tiempo documentación necesaria o si los fiscales de Flensburg no fueron lo suficientemente ágiles en la presentación de la solicitud, el 31 de agosto de 2018 fue puesto en libertad. Viajó a Holanda y desde allí a Italia, como ha confirmado el seguimiento de su teléfono, donde siguió cometiendo delitos. Después de cuatro semanas, volvió a ser detenido en relación con pruebas ya en poder de las autoridades cuando fue puesto en libertad.

La publicación del nombre del sospechoso y la recompensa de 10.000 euros ofrecida por cualquier pista relevante han hecho llegar cientos de informaciones que, según los investigadores, «tardarán semanas, si no meses, en ser analizadas». Una mujer irlandesa, violada en 2014 en Portugal, ha identificado a su atacante y ha aportado detalles físicos que coinciden con Brückner.

La investigación se centra en cualquier indicio sobre cómo y dónde pudo deshacerse del cuerpo, así como en la identificación de su posible cómplice, al otro lado del teléfono portugués, cuyo contacto tenía grabado en su móvil, y que posiblemente le informó de que los padres seguían cenando en la terraza con sus amigos, por lo que tenía vía libre para entrar en el apartamento en el que dormían los niños.

El sospechoso de haber secuestrado, violado y asesinado a Madeleine McCann, que cumple prisión en el departamento 5 de la cárcel de Kiel por otros delitos, ha sido transferido a una celda de aislamiento para su protección. La proliferación de informaciones sobre su largo historial delictivo , con reiteradas violaciones y abusos a menores, ha tenido como consecuencia que no se sienta seguro entre otros presos, explicó este miércoles su abogado, Friedrich Fülscher, que defiende a Christian Brückner junto con el letrado de Hamburgo Johann Schwenn tras la renuncia de sus anteriores letrados.

«Mi cliente no tiene nada que ver con el caso Madeleine y no ha declarado al respecto. Examinaremos todas las informaciones para estudiar si podemos proceder», amenazó frente a la insistencia de la Fiscalía de Braunschweig en que su única hipótesis es que «secuestró a la niña y muy poco después la asesinó, solo nos falta encontrar el cuerpo».

El sospechoso ha cumplido ya dos terceras partes de su condena en Kiel y ha solicitado la exención de prisión sin que las autoridades judiciales hayan respondido. Tiene pendiente otro veredicto por un delito grave. En Braunschweig fue declarado culpable de violar a una víctima de 72 años a finales del año pasado, pero no es una sentencia definitiva.

Parte de la prisa de los fiscales por hallar pruebas definitivas que le relacionen con Madeleine responde al temor a que se cumplan los plazos, vuelva a ser puesto en libertad y desaparezca para siempre.