La defensa del expresidente Lula da Silva maniobra para retirar al juez de su caso

Concretamente, se centran en la revelación de las escuchas telefónicas del expresidente el pasado marzo. La defensa cree que lo único que se buscó fue crear una «bochorno político» en un momento de gran inestabilidad institucional. Sergio Moro, el juez, ya dió explicaciones en el pasado sobre sus actuaciones y acusó al expresidente de obstaculizar la investigación ocultando partes de su patrimonio.

El principal fiscal de Brasil ha solicitado que se continue y amplíe la investigación . El expresidente de Brasil se encuentra bajo el foco de una investigación por recibir de manera ilegal inmuebles de lujo. Los inmuebles entre los que se encontrarían un ático y un triplex, entre otros, fueron reformados por constructoras pertenecientes al escándolo Petrobas.

La investigación comenzo en las horas más bajas del partido que el expresidente fundó hace 36 años, el Partido de los Trabajadores . Tras el descrédito político de su actual líder, Dilma Rousseff, se hizo público que su padrino político también estaba bajo sospecha. Varios miembros del gobierno y las instituciones han acusado de partidistas las investigaciones.

La crisis abierta se ha arrastrado desde su comienzo, hace meses, sin visos de que vaya a cerrarse pronto. El expresidente y antiguo lider sindicalista aseguró varias veces que abandonaría el partido si se demostraba algunos de los cargos que pesan sobre él. Su imagen, que alcanzó costas de popularidad muy altas en los años de bonanza económica, se encuentra ahora con un fuerte rechazo. La investigación es uno de los numerosos frentes abiertos que el Partido de las Trabajadores (PT) y el gobierno de Dilma Rousseff tienen abierto en medio de un constante clima de inestabilidad.