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Ted Cruz busca que la batalla de Florida acabe con Rubio

Prefiere que Trump gane los 99 delegados de ese estado y heredar el voto del rival hispano

EFE

MANUEL ERICE

Conforme se acerca a la fase decisiva, la carrera republicana muestra el juego de estrategias más insospechado. La que ya se conoce como la batalla de Florida , llamada a suponer un antes y un después en el proceso, adjudicará la victoria el próximo martes a Donald Trump o a Marco Rubio . Para el hispano, una derrota puede significar el fin; el triunfo, un trampolín. De los que reparten delegados por el sistema mayoritario (todos para el ganador), Florida es el que más pone en juego, 99.

Las encuestas sitúan al magnate al frente, pero el cubanoamericano ha recortado las últimas semanas los casi veinte puntos de diferencia hasta dejarlos en ocho. Pero hay una segunda lectura tan importante como la primera. El tercero en discordia, Ted Cruz , reforzado en la carrera y en persecución de Trump, está más interesado en que venza su gran enemigo . La paradoja tiene sentido: aspira a heredar buena parte del voto que dejaría una retirada de Rubio y convertirse en la única alternativa al millonario. Para ello se dispone a restarle votos en Florida.

Ted Cruz está convencido de que cuanto antes se reduzca a dos la carrera, antes podrá asaltar el liderato de Trump. La última encuesta nacional difundida este martes daba al senador por Texas una amplia ventaja en un mano a mano con el millonario neoyorquino, 53% a 44% . Al poner en la balanza los pros y los contras de lo que puede ocurrir en Florida, su campaña ve más ganancias en una retirada de Rubio que las pérdidas que supondría el casi centenar de delegados en favor de Trump, pese a que provisionalmente ampliaría bastante la distancia (ahora, 384-300).

«Cruz sabe que una carrera solo con Trump le iría muy bien; para eso necesita eliminar a Rubio»

Patrick Murray , director del instituto demoscópico Monmouth University , lo interpretaba así: «Cruz sabe que una carrera solo con Trump le iría muy bien; para eso necesita eliminar a Rubio».

Esa es la razón por la que, sin tener opción alguna de victoria en el Estado del que procede Rubio, el otro senador de origen hispano acaba de abrir diez oficinas en Florida. Como también, que el principal superPAC (agrupación de donantes) de Cruz esté lanzando duros ataques al hijo de padres cubanos mediante anuncios de televisión. Es la política del desgaste , que puede ser suficiente, dada la fortaleza que está mostrando Trump en el estado donde tiene su segunda residencia. Los responsables de campaña de Cruz argumentan que en su plan siempre ha estado «ser competitivos en Florida». Explicación que refuerza el Make DC Listen, uno de los comités de apoyo al senador: «Rubio no tiene opciones de ganar la nominación, por lo que votarle es votar a Trump».

Entre tanto, en su continua batalla por desmontar al millonario, el nominado republicano en 2012, Mitt Romney, ha entrado en la campaña en favor de Marco Rubio. Aunque no le ha dado un apoyo público, está haciendo llamadas telefónicas en su nombre pidiendo no votar a Trump.

La renuncia de Bloomberg

Horas antes, Michael Bloomberg despejó la última duda que quedaba sobre futuros aspirantes a la Presidencia de Estados Unidos. En un artículo personal publicado en « Bloomberg View », de su propiedad, anunció que renunciaba a presentarse como independiente a la elección presidencial «ante el riesgo de que eso pudiera dar la nominación a Donald Trump o Ted Cruz».

Con su presencia, Bloomberg, un millonario de orientación centrista, iba a restar más votos a la previsible candidata demócrata, Hillary Clinton , que a uno de los dos favoritos republicanos. En todo caso, las encuestas con las que contaba antes de lanzarse a la aventura no le daban más de un 15% del voto.

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