Dos meses de escándalos que fulminaron al protegido de Merkel

- 31 de mayo de 2010 : El presidente de Alemania, Horst Köhler , anuncia su dimisión pocos días después de unas polémicas declaraciones en las que relacionaba la presencia militar de su país en Afganistán con intereses económicos.

- 3 de junio de 2010 : La coalición de centro-derecha de Angela Merkel presenta como candidato a la presidencia del país al primer ministro de Baja Sajonia, Christian Wulff .

- 13 de diciembre de 2011 : El diario «Bild» acusa a Wulff de haber mentido ante el Parlamento regional de Baja Sajonia sobre un préstamo que le hizo un amigo empresario para su casa en 2010, cuando estaba al frente de ese Estado federado. El presidente habría obtenido un préstamo de 500.000 euros a un bajo interés de la mujer del empresario y buen amigo suyo, Egon Geerkens .

- 20 de diciembre de 2011 : Wulff admite haber aceptado un crédito privado y vacaciones en casas de empresarios amigos , en España e Italia, en sus tiempos como presidente de Baja Sajonia.

- 23 de diciembre de 2011 : El presidente alemán se disculpa públicamente tras conocerse los presuntos tratos de favor e invitaciones vacacionales por parte de empresarios amigos.

- 4 de enero de 2012 : «Asumo con agrado mi responsabilidad, pero no he cometido ninguna irregularidad», asegura Wulff en una entrevista televisada. El presidente admite como un «grave error» la llamada telefónica que hizo al popular diario «Bild» para tratar de frenar la difusión del caso .

- 2 de febrero de 2012 : La Fiscalía de Berlín abre una investigación contra Wulff por presunto cohecho en la adquisición del vehículo particular que habitualmente conduce su esposa.

- 16 de febrero de 2012 : La fiscalía de Hannover solicita al Parlamento federal el levantamiento de la inmunidad del presidente ante los indicios de delito en su contra.

- 17 de febrero de 2012 : El jefe de Estado alemán anuncia su dimisión viente meses después de acceder al cargo: «Alemania necesita un presidente que pueda enfrentarse a los retos internacionales y que goce de la confianza, no de la mayoría de los alemanes, sino de la inmensa mayoría de los alemanes», asegura.