Cristina Fernández de Kirchner comparece ante la Justicia federal

Las declaraciones de la magistrada, al diario chileno El Mercurio, sacudieron aún más el avispero, o terreno peligroso, en el que se ha convertido la política y la justicia donde florecen arrepentidos, empresarios detenidos y políticos en lista de espera en el banquillo. El fiscal federal Guillermo Marijuan , el mismo que imputó a Cristina Kirchner en una causa por lavado de dinero, recibió anónimos con fotografías que reflejan su vida minuto a minuto. Su hija Florencia, de inmediato, escribió en su cuenta de Twitter: “Tengo miedo pero aviso: ni mi papá ni mi familia nos queremos suicidar””, en alusión a Nisman cuya muerte aparentó ser un suicidio pero aún hoy, más de un año después, sigue sin esclarecerse. Esta semana la investigación pasó a la justicia federal , tal y como deseaba la familia de Nisman que defiende que fue asesinado.

En simultáneo el juez federal Claudio Bonadío , el magistrado con el que se verá las caras hoy la viuda de Néstor Kirchner, también denunció amenazas. Bonadío imputó a la ex presidenta por, presuntamente, ordenar operaciones de venta de dólares a futuro, a precios muy por debajo del valor del mercado. El juez la considera responsable de esas maniobras que supusieron la pérdida de millones para el Estado. Asimismo, en la cadena de imputados, apuntó también al ex director del Banco Central, Alejandro Vanoli y al ex ministro de Economía y actual diputado Axel Kicillof que, a diferencia de su ex jefa está aforado, y optó por declarar ayer por escrito.

En este contexto, tras cien días alejada del poder , el regreso a Buenos Aires de Cristina Fernández de Kirchner se transformó la noche del lunes en un espectáculo de adhesión de militantes de La Cámpora , la organización que responde a Máximo Kirchner. Su madre fue recibida por varios cientos de seguidores en el aeropuerto Jorge Newbery y una cadena de ochenta vehículos la acompañó en caravana hasta su elegante piso del barrio de Recoleta (equivalente al de Salamanca en Madrid). En un estilo más de estrella del “show business” que de la “realpolitik” saludó desde una ventana a la que se encaramó y… hasta bailó. Cristina Elisabet Fernández, de 63 años, está siendo investigada en cuatro causas judiciales . La de la venta de dólares a futuro, la conocida como la ruta del dinero K (por lavado de activos), la de Hotesur (administración irregular con lavado de activos de telón de fondo) y la de Los Sauces, otro hotel de la ex presidenta bajo sospecha.