Córcega se pronunciará en referéndum sobre su futuro político el 6 de julio
Por vez primera en su historia, una región francesa, reconocida por la Constitución, podrá decidir, a través de un referéndum, sobre su organización política, dentro del Estado, aunque con personalidad y limitados poderes propios. El 6 de julio próximo, los 260.000 habitantes de Córcega ... podrán decir sí o no a un nuevo modelo político, la Colectividad única descentralizada de Córcega (CDC), con una asamblea, presupuesto y poderes locales.
El Gobierno todavía no ha desvelado la pregunta concreta a la que deberá responderse con un sí o un no. Pero ya se sabe que la nueva CDC debiera absorber las competencias actuales de los dos Consejos generales de la Alta Córcega y la Córcega del Sur, se suprimirá la fragmentación administrativa y la nueva Colectividad única descentralizada.
«Votar por la reforma»
Jean-Pierre Raffarin, primer ministro, y Nicolás Sarkozy, ministro de Interior, artífice de este primer proyecto descentralizador, lanzaron ayer la campaña del referéndum, en Ajaccio, la capital de la isla.
En su primer discurso de campaña, Raffarin se dirigió a la Asamblea regional actual en estos términos: «Por vez primera, los habitantes de la isla son invitados a pronunciarse sobre la organización política de Córcega. Yo les pido que voten contra la violencia, que voten por la reforma y el progreso».
Entrando con extrema prudencia en el fondo del proceso, en curso, Sarkozy declaró ayer tarde: «Prefiero asumir el riesgo de un posible fracaso, el triunfo del no, antes que condenar a los corsos al inmovilismo. Todos debemos asumir nuestras responsabilidades. Pase lo que pase, queda cerrado el debate de la reforma institucional».
Si los corsos aprueban por referéndum la reforma propuesta por el Gobierno de Raffarin, la nueva CDC sería la primera y tímida experiencia de la reciente Ley de descentralización, en vigor tras una modesta reforma de la Constitución.
Autonomía regional
En los últimos veinticinco años se han sucedido varias reformas administrativas. Córcega cuenta con una Asamblea regional, que tiene ciertos poderes locales. El nuevo estatuto elimina, o transforma, todavía no está claro, los penúltimos vestigios de centralismo administrativo, creando una primera autonomía regional, debidamente reconocida por la nueva Constitución reformada. La nueva Colectividad descentralizada de Córcega estará muy lejos de los «lander» alemanes y las regiones españolas. Sus competencias serán mucho más limitadas, pero podría conferir a la isla una tímida «unidad política», dentro de Francia.
Todas las fuerzas políticas locales, nacionalistas, comunistas, socialistas, centristas y conservadoras están muy divididas sobre el nuevo proyecto de reforma, aunque parecen ser ligeramente mayoritarios los defensores del sí al referéndum. El Frente Nacional de Liberación Corso reivindicó el viernes pasado una docena de atentados sin muertos, para dejar claro que los independentistas, minoritarios, se oponen con violencia a la reforma.
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