El Constitucional checo acepta la vía rápida para el recurso
El Tribunal Constitucional checo ha fijado para el próximo día 27 la audiencia en la que determinará si acepta el último recurso interpuesto por 17 senadores del partido de Vaclav Klaus. La cuestión del calendario ha provocado una interesante combinación, puesto que al día siguiente ... empieza el Consejo Europeo de otoño, el que se podrían tratar las últimas reclamaciones del presidente checo. La presidencia sueca preparará un modelo de declaración política que cumpla las exigencias del presidente Klaus y que debe ser aprobada en la cumbre.
La cuestión es un embrollo en sí mismo, porque el recurso de los senadores se refiere precisamente a las garantías dadas a los electores irlandeses para convencerles de que votasen otra vez un tratado que ya habían rechazado. Los senadores preguntan si no sería necesario que el Parlamento volviera a ratificar esos cambios cosméticos que se otorgaron a los irlandeses. Lo más probable es que los jueces digan que tales cambios no han afectado al cuerpo del tratado, que sigue inmutable, lo que a su vez abre automáticamente el argumento de que si las garantías que quiere Klaus adoptan el mismo modelo, quedan automáticamente desvirtuadas, puesto que se aceptaría que no tienen fuerza para cambiar el Tratado de Lisboa.
El laberinto es de talla y Barroso ya advirtió ayer que, en efecto, si se viera obligado a formar la nueva Comisión Europea sin el Tratado de Lisboa, «forzosamente tendría que haber menos comisarios que países miembros». Barroso tiene razón, pero se ha olvidado de decir que incluso en ese caso, haría falta la unanimidad de los Veintisiete para decidir qué país se quedaría sin comisario.
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