El Consejo Electoral acepta la revisión de las actas electorales de Managua
Los obispos de Nicaragua dudan de la limpieza de los comicios y piden que se vuelvan a contar todos los votos de las eleccioens locales ganadas por Ortega
El intento de consumar el fraude electoral en los comicios del pasado nueve de noviembre está minando profundamente la credibilidad nacional e internacional del gobierno del presidente Daniel Ortega. Anoche, el propio Consejo Supremo Electoral, que se había negado hasta ahora al recuento de los votos, permitirá sin embargo que los interventores de los partidos revisen las actas electorales y detalló los tiempos y plazos que la ley electoral establece para la revisión de actas y la interposición de los recursos.
El presidente del Consejo Supremo Electoral informó sobre esta decisión y sobre la situación electoral a los diplomáticos destacados en Nicaragua «debido a que no existe una divulgación objetiva de los medios de comunicación sobre lo que está ocurriendo».
El Poder Electoral instó al candidato liberal a la alcaldía de Managua, Eduardo Montealegre, y a la Alianza Partido Liberal Constitucionalista (PLC), a presentar como establece la ley, si es el caso, los recursos necesarios mediante los procedimientos que la misma ley electoral define para este fin.
El máximo tribunal electoral responsabiliza a Montealegre y a los partidos que integran la alianza opositora «por las consecuencias que puedan seguir generando los desórdenes y amenazas en contra de funcionarios y autoridades del Consejo Supremo Electoral».
Los primeros tres informes preliminares emitidos por el Poder Electoral, que dan ventaja al candidato sandinista a la alcaldía de Managua, Alexis Arguello, sobre el aspirante liberal Montealegre, han sido ignorados por la alianza liberal.
La alianza encabezada por el PLC demandó al CSE la revisión acta por acta para determinar quien ganó y solicitó apoyo internacional ante un posible fraude. Con el 86 por ciento escrutado, los resultados otorgan el triunfo al FSLN en 91 de los 146 municipios en los que secelebraron elecciones el pasado domingo, según el CSE. En Managua, el candidato Argüello aventaja con 51,3 por ciento de los votos, al liberal Montealegre, que obtiene el 45,4 por ciento.
La Iglesia católica, empresarios privados y organismos nacionales de observación, a los que no se les permitió oficialmente inspeccionar los comicios, apoyan la reclamación para que se vuelvan a contar los votos. El proceso electoral municipal se ha convertido en el más cuestionado desde 1990 y es el primero que se realiza con el sandinismo en el poder, que aprovechó la influencia que ejerce sobre el tribunal electoral para jugar con ventaja política.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua ya había pedido «la revisión y cotejo de las actas en manos de los partidos políticos participantes tal y como fueron firmadas en el momento de cierre de las Juntas Receptoras de Votos», para solucionar «la desconfianza generalizada de la población» sobre los resultados de los comicios.
El secretario de la Organización de Estados Americanos, OEA, José Miguel Insulza, emitió un comunicado en el que manifestó su preocupación «por las dificultades surgidas en Nicaragua en la etapa de los cómputos de las elecciones municipales». El comunicado recuerda que «una de las ventajas de las misiones de observación es que permiten resolver las dudas en momentos en que los resultados son estrechos, como ocurrió en las elecciones del 2006». Añade que «no habiendo sido invitada a observar estos comicios, la OEA no está en condiciones de emitir opinión sobre ellos».
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