EE.UU. conocía el genocidio de Ruanda pero eligió no intervenir, según documentos oficiales
Estados Unidos estaba al corriente del genocidio llevado a cabo en Ruanda pero eligió la inacción y el retiro de las fuerzas de la ONU, según documentos oficiales desclasificados, lo cual ha encendido duras críticas contra el gobierno estadounidense.
La masacre ... se anticipa en un informe de una funcionaria del departamento de Estado, Prudence Bushnell, al jefe de la diplomacia estadounidense, Warren Christopher, el 6 de abril de 1994, día del asesinato del presidente Juvenal Habyarimana. "Los militares quieren tomar el poder (. . . ) Puede estallar la violencia generalizada" en Ruanda, dice el documento.
De hecho, las milicias extremistas hutus -apoyadas por los militares- emplazaron barricadas ese mismo día como preparación de la masacre que costó la vida de unos 800. 000 tutsis y hutus moderados, y torturaron a diez cascos azules belgas.
Cinco días más tarde, un informe interno del Pentágono al subsecretario de Defensa, Frank Wisner, señala: "Un baño de sangre mayor (de centenares de miles de muertos) tendrá lugar, a menos que se llegue a convencer a las dos partes a retomar el proceso de paz".
El 15 de abril, sin embargo, en un telegrama confidencial, el departamento de Estado pidió a los representantes estadounidenses en la ONU buscar un completo retiro de la Misión de las Naciones Unidas para la Asistencia de Ruanda (MINUAR).
El Consejo de Seguridad votó en favor del retiro de la MINUAR el 21 de abril de 1994. Los documentos desclasificados se obtuvieron gracias a la ley estadounidense sobre la libertad de información, por un organismo de investigación independiente, la National Security Archive, que los publicó en internet.
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