Dos confidentes fueron asesinados tras el arresto de los sobrinos de Maduro

Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores , que son sobrinos directos de la esposa de Maduro, Cilia Flores, y que prácticamente se criaron con la pareja presidencial, afrontan penas de hasta 30 años de cárcel y están a la espera de que se celebre el juicio el próximo 7 de noviembre.

Uno de los informantes asesinados, identificado como CW-1 y de quien la DEA aporta una foto sentado junto a los sobrinos en una silla de ruedas (había sufrido un accidente), era un narcotraficante en Honduras que colaboraba con la DEA para tratar de rebajar la pena por las acusaciones que pesaban contra él en EE.UU.

De hecho, se trataba de uno de los testigos que permitió a la agencia contra la droga recabar pruebas en reuniones previas. En concreto, fue quien alertó a la agencia en octubre del pasado año de que dos venezolanos habían entrado en contacto con él para llevar a cabo una operación en la que enviarían a Honduras un avión cargado de droga procedente de Venezuela . A CW-1 le pagarían por anticipado 900.000 dólares por facilitar la llegada de la aeronave en el país centroamericano, según confesarían a agentes de la DEA encubiertos.

Este colaborador fue asesinado a los pocos días de la detención de los sobrinos de Maduro . Así lo indica el agente especial Sandalio González en uno de los papeles en manos del tribunal: «En, o alrededor del 4 de diciembre de 2015, fui notificado que CW-1 había sido asesinado», declaró.

«Al de Honduras –en referencia al confidente CW-1– lo mandaron a matar desde Venezuela», explica una fuente anónima mencionada por el periódico con sede en Miami. Sin embargo, aclara que hubo otro: «Han matado a dos», declaró. La segunda persona asesinada era un colaborador que contribuyó a la operación encubierta que acabó en la detención de Efraín Campo y Francisco Flores y que ya se encontraba en Venezuela.

La violenta respuesta a la detención de los dos sobrinos de Nicolás Maduro se une a otras revelaciones que las investigaciones y el proceso judicial están aportando sobre los presuntos vínculos con la droga del núcleo del poder chavista. Hace solo unos días se supo también que los propios parientes del presidente venezolano habían confesado que traficaban con cocaína de gran pureza proporcionada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).