Las confesiones del exdirector de Pemex amenazan al endémico sistema de corrupción de México

Lozoya, uno de los hombres cercanos al expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), es testigo protegido en varios casos de corrupción que involucran a exlíderes del PRI, el partido que gobernó México durante casi todo el siglo XX y que está en el ojo de la Fiscalía de López Obrador. No hay político en México, ni empresario relevante que en algún momento no haya tenido relación con el PRI, por lo que investigar ese partido es el camino para desenmarañar todo el sistema. Y, en este momento, Lozoya alberga todos los secretos que envuelven a este «árbol de la vida» de la política mexicana.

En febrero, Lozoya fue detenido en España acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero por operaciones relacionadas con los casos Odebrecht y Agro Nitrogenados. Fue extraditado el 17 de julio tras aceptar colaborar con la justicia para identificar a los presuntos responsables de los cargos que se le imputan. Desde que llegó a México, Lozoya no ha pisado la cárcel debido a una anemia que lo mantiene hospitalizado, sin embargo, ya ha comparecido dos veces ante el juez y se ha declarado inocente por los dos casos de corrupción en los que está involucrado.

En sus declaraciones ante la justicia, admitió que pudo haber cometido delitos pero, si los realizó, fue debido a que estaba bajo las instrucciones de un «aparato organizado de poder». Ha prometido que dará nombres de los individuos que conforman ese supuesto «aparato» del que se especula que esta conformado por ministros del gabinete del expresidente Peña Nieto. Lozoya fue miembro de la campaña electoral de Peña Nieto en las elecciones de 2012 y, entre 2012 y 2016, director de Pemex, la petrolera pública. Liderar Pemex es un puesto muy importante en México.

Lozoya también afirmó ante al juez -en una comparecencia telemática desde el hospital- que fue «sistemáticamente intimidado, presionado e instrumentalizado» por ese supuesto «aparato» que apunta a los hombres fuertes del Gobierno de Peña Nieto , quien dejó la presidencia en diciembre de 2018. López Obrador es presidente desde entonces. Su mandato termina en 2024.

Según medios mexicanos, Lozoya podría tener unas 16 horas de vídeo de políticos aceptando sobornos para aprobar la reforma energética, una ley de 2014 que permite que las petroleras privadas logren contratos de exploración y producción en México. La estatal Pemex era la única que realizaba operaciones de producción en México desde los años 30, cuando el expresidente Lázaro Cárdenas nacionalizó el sector. Cárdenas, un referente intelectual para López Obrador, militaba en el PNR, partido que en cambió su nombre primero a PRM y luego a PRI, en 1946.