Condolencias de todo el mundo
Condolencias procedentes de todas partes del mundo llegaron a la casa real británica por la muerte de la princesa Margarita, la hermana de la reina Isabel II, que falleció hoy en un hospital londinense a los 71 años como consecuencia de un paro cardiaco, informó ... el Palacio de Buckingham. Sus hijos, lord Linley y lady Sarah Chatto, estaban a su lado cuando murió, a primera hora de la mañana, en el hospital Rey Eduardo VII, explicó un portavoz de palacio.
"La reina, con gran tristeza, ha solicitado que el siguiente
anuncio sea hecho de forma inmediata: su amada hermana, la princesa
Margarita, murió tranquilamente esta mañana a las 6: 30 en el hospital
Rey Eduardo VII", dice la declaración emitida por Buckingham.
El príncipe heredero Carlos, de 53 años, dijo que sus hijos
Guillermo, de 19, y Enrique, de 17, están "muy tristes" por las
noticias.
Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, quien se
encuentra de gira por Africa, afirmó: "Estoy profundamente apenado
por enterarme de la muerte de la princesa Margarita. Mis pensamientos
están con la reina, la reina Isabel y con la Reina Madre y el resto
de la familia real".
La familia real española envió un telegrama de condolencia y
telefoneó a Isabel II.
Los líderes de la Commonwealth también enviaron sendos mensajes,
al igual que los ministros del Exterior de la Unión Europea (UE). "Permítanme transmitir en nombre del Consejo de la UE nuestro
pesar, nuestras condolencias, a la Familia Real bitánica, por el
fallecimiento esta mañana de la Princesa Margarita, hermana de Su
Majestad la Reina", dijo el ministro del Exterior español, Josep
Piqué, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la UE, en rueda
de prensa tras la conclusión del encuentro informal de dos días que
los ministros europeos celebraron en la ciudad española de Cáceres.
La princesa había sido trasladada en la noche del viernes desde su
residencia, en el Palacio de Kensington, a la clínica londinense
Eduardo VII por problemas cardíacos. Había estado enferma durante los últimos años, víctima de varios infartos.
Isabel II abandonó el viernes su residencia de Sandringham, Norfolk, y se trasladó a Windor, donde siguió de cerca el estado de su hermana. La Reina Madre, de 101 años, permaneció sin embargo en Sandringham, ya que continúa bajo los efectos de un fuerte resfriado, según la comunicación oficial.
Confinada a una silla de ruedas y a utilizar anteojos negros por agudos problemas en su visión, la princesa fue vista en público por última vez esta Navidad, en el cumpleaños número 100 de la princesa Alicia, duquesa de Gloucester.
Margarita nació el 21 de agosto de 1930, en la ancestral residencia de la familia de su madre, el castillo de Glamis en Escocia. Era la segunda hija de Alberto, duque de York hasta que, seis años más tarde, por la abdicación de su hermano mayor, Eduardo VIII, ascendió al trono como Jorge VI junto a su esposa Isabel, ahora "Reina Madre".
Siempre más vivaz y alegre que su hermana, la ahora reina Isabel II, Margarita se enamoró de un capitán de las Fuerzas Aéreas, Peter
Townsend, a principios de los cincuenta.
Su relación fue considerada inaceptable por la familia real y la Iglesia anglicana, debido a que Townsend era plebeyo y además estaba
divorciado. Margarita fue presionada y en 1955 emitió un comunicado
en el que anunciaba el fin de su relación.
Muchos afirman que la infelicidad por este amor frustrado
ensombreció el resto de su vida. Su matrimonio con el fotógrafo
Anthony Armstrong-Jones, que fue nombrado conde de Snowdon, fracasó tras el nacimiento de sus dos hijos.
La reina finalmente permitió que se divorciaran en 1978, después de que fotógrafos tomaran imágenes en la isla caribeña de Mustique de Margarita con el playboy Roddy Llewellyn, 17 años más joven que ella.
El divorcio fue un predecesor de lo que le esperaba a la familia
real británica en las décadas posteriores, después de un período de
estabilidad.
Margarita fue relacionada con otros hombres, entre ellos el actor
Peter Sellers, pero parece que entregó su corazón a Llewellyn y quedó
destrozada cuando éste la abandonó cuando cumplió 50 años.
En las fiestas que celebraba después de este nuevo fracaso
amoroso, Margarita aparecía habitualmente vestida en un kaftán y con
un turbante, y con whisky y un cigarrillo en la mano.
Pero, pese a esta imagen festiva, la suya fue siempre una figura
que permaneció relacionada con la tristeza.
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