Los rebeldes libios asedian los últimos bastiones fieles a Gadafi

Las fuerzas opositoras han informado de combates a las afueras de Sirte y de su entrada en Bani Walid, donde podrían estar escondidos los hijos del dictador

Los rebeldes libios asedian los últimos bastiones fieles a Gadafi REUTERS

agencias

09/09/2011
Actualizado 10/09/2011 a las 09:13h.

Las fuerzas rebeldes libias informaron ayer de enfrentamientos a las afueras de Sirte , la ciudad natal del líder libio Muamar Gadafi, en respuesta a un ataque de elementos leales al coronel. «Las fuerzas de Gadafi nos han disparado con misiles Grad. Ahora hay ... batallas cerca del río», ha explicado el portavoz de los rebeldes, Ahmed Bani.

De hecho, soldados leales al coronel lanzaron una serie de cohetes contra posiciones de los alzados ubicadas a unos 90 kilómetros al este. Hasta el momento, no se ha hablado víctimas en el frente de Sirte, donde en las horas pasadas perdieron la vida cinco rebeldes en un intento por avanzar hacia una aldea vecina.

El portavoz del Consejo Nacional de Transición libio (CNT), Abdulá Kenshil, ha asegurado que los rebeldes están "muy cerca" de hacerse con el control absoluto de la ciudad de Bani Walid , a 150 kilómetros al sureste de Trípoli.

Kenshil ha sostenido que "se mantiene la ofensiva" sobre el fortín de las fuerzas del régimen de Muamar Gadafi, aunque espera que los rebeldes "puedan tomar la ciudad sin más combates" . No obstante, ha aseverado que "los embates finales son una cuestión de los comandantes sobre el terreno y de sus superiores".

"Todavía hay unos 600 combatientes pro Gadafi en el área ", ha apostillado, entre los cuales se cree que está uno de sus hijos, Saif al Islam. "Los movimientos se están realizando en grupo, estamos equipados con rifles de francotirador y misiles con detectores de calor", ha añadido. "Esperemos que esté Saif al Islam dentro de Bani Walid", ha declarado Kenshil a la cadena qatarí Al Yazira.

Bani Walid es, junto a la ciudad costera de Sirte y los oasis de Sebha y Jufrah , uno de las últimas ciudades del país aún controladas por remanentes del antiguo régimen.

Los insurrectos consideran que la toma de Bani Walid puede ser un punto de inflexión que ayude a asfaltar el camino hacia la "victoria final" y el inicio de la reconstrucción política, económica y social del país